"Que impere la sensatez, las aguas vuelvan a su cauce, y tengamos la fiesta en paz". Las palabras del conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández, instando a Abel Caballero a "arrimar el hombro" y pagar las expropiaciones de la depuradora, provocaron ayer la reacción del alcalde, que exigió "lealtad" al Gobierno gallego. El regidor mantiene que "la obra, incluido el suelo, es obligación de la Xunta", y recordó que él mismo, por petición del presidente autonómico, intercede ante el Ministerio de Medio Ambiente para llegar a un acuerdo sobre la financiación. "Sus declaraciones me invitan a decir que la Xunta ponga los 115 millones que le corresponden, pero yo voy a respetar el pacto", señaló el regidor.

Caballero comentó que habla "de forma constante" con la ministra Elena Espinosa para tratar de desbloquear la financiación, ya que la Xunta aduce que carece de los fondos para asumir su parte. El Concello reclama a la administración autonómica que pague las expropiaciones, fijadas en 10,7 millones, y Hernández replicó que el convenio consensuado establece que será el Ayuntamiento el que corra con este gasto.

El alcalde esgrimió que "en las depuradoras de Ourense y A Coruña los municipios pusieron cero euros, y fue todo pagado por la Xunta", por lo que reclamó el mismo tratamiento para Vigo. "No es una forma leal de hacer política decir que la ciudad tiene que invertir en los terrenos", agregó, para pedir al presidente autonómico "que diga a su gobierno que respete el acuerdo de colaboración".