El hospital Povisa, que sigue manteniendo el concierto sanitario con el Sergas, protagonizará una de las principales novedades. Una vez que se construya el complejo de Beade-Valladares, la adscripción a Povisa ya no obedecerá a cuestiones territoriales, sino que dependerá de la elección personal del ciudadano. Así lo adelantó ayer Sanidade: “Hay un compromiso de permanencia y de mantenerlo como libre elección de los ciudadanos. Cuando esté hecho el nuevo hospital, la población podrá elegir el hospital de referencia al que quiera ir”.

¿Y si se colapsa porque todo el mundo elige uno?”, fue la pregunta instantánea. “Tenemos mecanismos de organización de la asistencia para ordenarlo”, reaccionó la conselleira Pilar Farjas. Sin embargo, el hospital Povisa también tendrá urgencias.

Otro de los puntos más delicados que se abordó ayer fue la financiación del nuevo proyecto, tal y como ya había reconocido de forma explícita el presidente de la Xunta y la conselleira de Facenda: “La consellería está estudiando las vías de inversión de los grandes proyectos en la comunidad. El nuevo hospital es el edificio más importante de la legislatura, en cuanto a proyecto de inversión. Y entre esos estudios lógicamente se están barajando proyectos de cooperación público-privados”, argumentó Farjas.

Actuación urgente

“El compromiso es hacer una actuación urgente y todo nuestro esfuerzo está dirigido a licitar proyecto y obra a finales de año”, explicó la conselleira, que habló de fórmulas de financiación en “colaboración” entre el capital público y privado. “El sistema de financiación condiciona clarísimamente la viabilidad: el coste es de unos 300 millones de euros, según los datos que baraja Facenda”. La titular de Sanidade constata que la velocidad de ejecución del proyecto quedará condicionada a la financiación: “Uno de los hospitales más recientemente inaugurados vía presupuestos, el hospital San Pablo, en Barcelona, ha tardado 15 años en hacerse, mientras que en Baleares se está construyendo con un plazo de previsión de tres años”.

La conselleira asegura que en los sistemas de financiación de las grandes inversiones, “todos los gobiernos están recurriendo a vías de colaboración privada, y me remito a iniciativas de Baleares, Asturias y de todos los colores políticos”. “La Xunta no va a renunciar a realizar un proyecto de asistencia sanitaria a pesar del difícil contexto económico y por eso estamos estudiando todas las posibilidades”, agregó. Y el compromiso es que el Sergas sea un servicio público y la asistencia, también. “Que ningún gallego tenga que pagar por acudir a los servicios sanitarios. Por eso, es importante que siga adelante, en presupuestos para el año 2010”, concluyó.