La Universidad de Vigo cumple veinte años "con una idea clara de dónde es fuerte y de que puede competir". El rector Alberto Gago destaca que desde su creación ha sabido crearse una imagen de sí misma que también se ha proyectado al exterior, donde en "muchas ocasiones" es aun "más precisa, brillante y envidiada".

"Hay pautas de calidad, de agrupamiento, de búsqueda de excelencia y de trabajo externo que ya no tienen vuelta atrás. Al rector de Santiago le digo en ocasiones que tiene una buena universidad y que no debería estar preocupado y él siempre me contesta que sí, pero que siente el aliento detrás de la nuca. Esto es muy bueno, para nosotros y para ellos", comenta Gago.

El actual rector ya trabajaba como profesor de Económicas en el colegio universitario de Vigo antes de su segregación de Compostela y ha sido testigo de esta evolución. "Hace veinticinco años había un solo ordenador que ocupaba una habitación completa. Había una realidad del siglo pasado, bastante rutinaria y simplona. Y también unas ganas enormes de situarse en el mapa y de perfilar las condiciones de esta universidad", recuerda.

Sólo han pasado dos décadas des entonces. Poco tiempo, en su opinión, pero durante el que han ocurrido "muchas cosas". "Lo que se ha progresado en este país en Educación Superior, empleo y promoción de las capas de población que van a dirigir España en los próximos años ha sido una barbaridad. También en esta universidad", apunta Gago.

El rector reconoce los avances realizados para mejorar la inserción laboral de los titulados: "Pero también tenemos claro que se puede mejorar mucho y por ello estamos peleando ahora". Se refiere a los más de sesenta nuevos másters universitarios que se impartirán por primera vez durante este curso y para los que se han firmado más de 160 convenios con empresas e instituciones de cara a la realización de prácticas. "Esto estaba sin hacer, por tanto, queda claro que hay escalones que podemos superar y Bolonia en este sentido es un referente porque aspira a mejorar muchísimo la conexión con el mercado laboral", reconoce.

La segregación del sistema universitario. trajo consigo la multiplicación de las mismas carreras en los distintos campus. Un error que puede corregirse ahora con Bolonia: "Las autoridades educativas plantearon aprovechar el cambio para ver si somos capaces de introducir al mismo tiempo algunos criterios de sentido común dentro del marco universitario gallego".