Apoteósica jornada en los muelles vigueses con la llegada simultánea de tres cruceros. Cerca de ocho mil cruceristas recalaron en la ciudad y animaron con su presencia el entorno portuario. Terrazas y centros comerciales estaban llenos a rebosar, en un día soleado que acompañó la jornada de visita turística.

En la Estación Marítima se dieron cita el estadounidense Grand Princess, el mayor de los tres y el portugués Ocean Majesty, mientras que el tercero, el italiano Costa Luminosa, tuvo que atracar en uno de los muelles de Bouzas. Los tres barcos proceden del Norte de Europa y se dirigen al Mediterráneo y Canarias.

Un total de 7.700 pasajeros visitaron la ciudad. Más de la mitad viajan en el Grand Princess, que realiza un itinerario de dos semanas entre Southampton y Civitavecchia en el que visitan grandes puertos como Rotterdam, Le Havre, Lisboa, Barcelona y Cannes. Su seña de identidad es la discoteca Skywalkers, que se aloja en su gran alerón de popa, suspendido 43 metros sobre el mar. Sus 108.806 toneladas y 289 metros de eslora lo convirtieron en 1998 en el barco de pasajeros más grande del mundo. La embarcación abandonó la ciudad en dirección a Lisboa a las 16.00 horas de ayer.

El Costa Luminosa, la última joya de Costa Cruceros, alberga a 3.400 personas entre cruceristas y tripulantes. La embarcación deslumbró con su presencia en el muelle de Bouzas, donde compartía atraque con barcos para el transporte de vehículos, mucho menos glamurosos. El crucero italiano fue amadrinado el pasado junio por la bailarina Valentina Mezzali. La embarcación de 92.720 toneladas, 265 metros de eslora de lujo y luz interior, culminó el puerto boucense que no está acostumbrado a que encalen en él barcos de estas caraceterísticas. Los cruceristas partieron de Amsterdam en una ruta de once días que finaliza en Savona (Italia). Desde Vigo salieron hacia la capital portuguesa a las 19.00 horas de ayer.

El portugués Ocean Majesty, era el hermano pequeño de los otros dos. Con 360 pasajeros a bordo su destino es Madeira y Canarias. Aunque su embergadura es mucho menor que la de los cruceros anteriores, la embarcación puede presumir de una densa historia marinera, ya que sus orígenes se remontan a 1966, cuando fue puesto en servicio como el ferry de Trasmediterránea Juan March; el barco cuenta con una pequeña piscina y un jacuzzi, e incluso ocho camarotes con balcón. A las 18.00 horas soltó amarras con dirección hacia Funchal.

Las jornadas de cruceros ya forman parte de la dinámica de la ciudad este verano, y en las previsiones está que hagan escala en el muelle vigués un total de 16 cruceros, este mes. El buen tiempo acompañó a los turistas que pudieron disfrutar de los entornos del puerto y de la zona de la piedra, destinos más frecuentados por los cruceristas, por la cercanía y por el interés turístico que despiertan.