Los vecinos de Coia podrán respirar tranquilos. Las molestias ciudadanas derivadas de las "pelusas" de los grandes chopos ubicados en Castelao han llevado al Concello a tomar cartas en el asunto: eliminar los 450 árboles de este tipo repartidos a lo largo de toda la avenida. La Concejalía de Parques y Jardines ya inició un plan de reforestación que, hasta el momento, se ha materializado en la tala de 50 acacias y 40 chopos. Estas especies se irán sustituyendo por otras "más coloridas y menos alergénicas", como liquidambar, ginkgo biloba, magnolios, tilos o abedules, según explicó la edil socialista Raquel Díaz.

La elección de este tipo de árboles responde a que tienen un desarrollo rápido, un contraste de color en otoño, no tienen una caída prolongada de hojas en esta estación, una llamativa floración, requieren de escaso mantenimiento, son tolerantes con el polvo y la contaminación, y sobre todo, "no generan molestias entre la población".

La repoblación arbórea se realizará paulatinamente para evitar que la avenida se quede sin zona verde. La primera fase, entre Plaza de América y Estrada, ya se inició con la plantación de jóvenes liquidambar y ginkgos, que apenas alcanzan los cinco metros de altura, frente a los quince de los chopos. La sustitución de estas especies por otras se prolongará durante dos años. Al término de esta primera fase se procederá al cambio de los árboles ubicados en el tramo entre Estrada y O Grove, luego entre esta calle y Marín, para finalizar el plan en Tomás Paredes. El Concello invertirá 50.000 euros en la iniciativa.

Sin trasplantes

A diferencia de los 500 árboles que se han trasladado de las calles humanizadas a otras zonas como Castrelos o el vivero municipal para que continúen con vida, los chopos no tendrán la misma suerte. La concejala Raquel Díaz lamentó que "no es posible trasplantar estas especies porque no sobreviven". De este modo, se destinarán a combustibles de biomasa o abonos.

Pasarán al menos cuatro años desde que finalice la reforestación para que Castelao vuelva a tener la misma imagen que hasta ahora, ya que las nuevas especies que se están plantando tienen menos edad y altura que los chopos (todos ellos superan los 30 años).