La ciudad se llena de basura mientras que patronal y sindicatos no logran acercar sus posturas. La primera reunión tras el paro entre los responsables de Fomento Construcciones y Contratas (FCC) y los trabajadores concluyó sin ninguna solución. El encuentro, forzado por el Concello y que se celebró ayer por la mañana, apenas duró 20 minutos. Los trabajadores no recibieron ninguna oferta de negociación y decidieron abandonar la sala y mantener la huelga indefinida. La concejala de Limpieza, Raquel Díaz, lamentó este fracaso y volvió a apremiar por tercera vez a ambas partes para que se pongan a negociar “en serio”.

La exigencia del Gobierno local a FCC para que se reuniera de nuevo con sus empleados no caló ayer entre los responsables de la concesionaria, que al cierre de esta edición no les había vuelto a convocar. Los sindicatos son escépticos. “La reunión fue una puesta en escena; no nos plantearon nada y nos dijeron que nos llamaban sólo porque el Ayuntamiento se lo había pedido. Nosotros no estamos para perder el tiempo y, al no haber negociación nos levantamos y nos marchamos”, explica Rufino Santalices, presidente del comité de empresa de FCC.

Los empleados aseguran que la solución a la huelga se “juega” a tres bandas, y advierten que el Concello “tiene la llave”. Los huelguistas se volvieron a manifestar ayer a las puertas del edificio consistorial, pero ningún concejal les recibió, como sí ocurrió el primer día, cuando se reunieron con la edil de Limpieza, Raquel Díaz. La postura de los responsables municipales preocupa también a los empleados de la recogida de basura. “No nos gusta el silencio del Concello”, advierte Santalices.

Tras el encuentro fallido con los responsables de la empresa los trabajadores se dirigieron a la Praza do Rei, donde se manifestaron durante casi una hora. Los huelguistas no vacilaron esta vez en arrojar basura a las puertas del edificio consistorial, que la Policía Local tuvo que cerrar para evitar que los trabajadores provocaran daños en el interior. Tras proferir proclamas contra el alcalde y la edil de Limpieza, volvieron a las oficinas de FCC, en la calle Tarragona, donde aumentaron la presión de sus protestas; arrojaron desperdicios y rompieron la valla de la puerta de la empresa. “No nos vamos a cortar en nada, pero siempre respetando a los ciudadanos”, aseguran.

Los sindicalistas garantizan que los servicios mínimos se cumplieron una vez más y continúan con sus exigencias: evitar la rebaja de “entre un 7 y un 10 por ciento” en su nómina, como aseguran que propone la empresa; y que se les respete los sábados como día de descanso.

La concejala del Partido Popular, Lucía Molares, reclamó al Gobierno local que “evite el conflicto” y recuerda la “penosa” imagen que se va a dar de la ciudad, ya que coincide con la celebración del Desafío Atlántico. Los turistas del crucero Celebrity Constellation, que atracó ayer en el Puerto, ya se llevaron la peor imagen de Vigo.