La historia se repite. Cuatro años después de la última huelga, la ciudad se enfrenta desde hoy a un nuevo paro en el servicio de recogida de basura. Desde las 06.00 de la mañana los camiones de FCC no saldrán de nuevo a la calle y durante el tiempo que dure la huelga sólo se prestará servicio a hospitales, ambulatorios, colegios, guarderías y mercados. El paro, que dejará diariamente sin recoger en la calle 350 toneladas de basura, llega en el peor momento posible, con la ciudad a las puertas de la salida del Desafío Atlántico el próximo domingo y la previsión de 200.000 visitantes el fin de semana. Aunque hasta ahora se había mantenido al margen por entender que se trataba de un problema interno de la empresa con su plantilla, la concejala de Limpieza, Raquel Díaz, instó ayer públicamente a ambas partes a “sentarse a negociar inmediatamente y no levantarse hasta llegar a un acuerdo”.

El Concello de Vigo es partidario de que se pida la mediación de la Xunta de Galicia como se ha venido haciendo en las últimas convocatorias del sector del metal, la construcción o la limpieza de hospitales. La edil socialista se dirigió ayer a concesionaria y trabajadores para advertirles de que “no se puede someter a la ciudad a una huelga de este calado sin que los implicados se hayan extenuado en la negociación”, pues hasta ahora los contactos han sido escasos y el último encuentro del miércoles apenas duró media hora.

En el año 2005 se partía de una situación más ventajosa por las aproximaciones realizadas entre Concello, concesionaria y empleados en las horas previas a la huelga, que se desconvocó al segundo día. Pero en este caso el presidente del comité de empresa de FCC, Rufino Santalices, reconoce que “se parte casi de cero”. Critica el portavoz de los trabajadores que “no se haya producido ningún intento de acercamiento por parte de la empresa en todo el fin de semana y que el Concello estuviera al margen hasta ahora”.

La plantilla de FCC la integran 375 efectivos con un salario base de 1.000 euros. Los problemas con la empresa llegaron durante la negociación del convenio colectivo para este año, ya que los empleados se oponen a una reducción de su capacidad adquisitiva “de entre un siete y un 10 por ciento”. De todas formas, el grueso de las desavenencias no es económico, sino de planificación del trabajo.

El personal está cansado del “incumplimiento” del anterior convenio que expiró el 31 de diciembre y que contempla una ampliación del servicio por la cual la plantilla trabaja de lunes a viernes, descansando el sábado, cuando ahora lo hacen de lunes a sábado y libran el domingo. “Sin acuerdo sobre la jornada da igual lo que nos ofrezcan”, advierte Santalices, dispuesto no obstante a sentarse a negociar “cuanto antes” con la Concejalía de Limpieza y la dirección de la concesionaria.

Desde hoy a las 06:00 de la mañana se suspendió la limpieza de calles y la recogida de residuos orgánicos en Vigo. Se mantienen por estar adjudicadas a otras concesionarias el vaciado de los contenedores de reciclaje y la limpieza de parques, competencia de otra firma.

Desde hoy sólo se retirará la basura de centros educativos, sanitarios y mercados. Los servicios mínimos serán los mismos que los de anteriores convocatorias y los integrarán cinco operarios. Por la tarde, dos peones recogerán la basura mientras un retén de tres empleados estará en base para resolver actuar a instancias de la Policía.

Pontevedra aplaza el paro 40 horas para dar tiempo a las partes a apurar un acuerdo

En Pontevedra se aplaza 40 horas la huelga de la basura para intentar forzar un acuerdo. A instancias del gobierno local, ayer se celebró un nuevo encuentro entre trabajadores y dirección de la empresa para intentar frenar la huelga, aunque sin éxito, lo que no ha gustado nada a la corporación pontevedresa, que alava, por el contrario, el esfuerzo de plantilla. El Concello no descarta “castigar” de alguna forma a la empresa por su comportamiento.

Mientras los trabajadores mostraban su “buena voluntad” aplazando el inicio de la huelga 40 horas, hasta las once de la noche del martes, Cespa no parece haber suavizado su postura con respecto al principal detonante del conflicto: el despido de un trabajador al que se niega a readmitir. Esto ha llevado al Concello a intensificar su protagonismo en las negociaciones y no descarta adoptar algún tipo de “castigo” contra la concesionaria por su actitud. Para empezar, el concejal Raimundo González tiene previsto trasladar a la junta de gobierno de hoy la propuesta de aplazar, o incluso retirar a la firma un reciente contrato por valor de 246.000 euros al año para ampliar el servicio de recogida puerta a puerta del cartón comercial, así como el vidrio de los bares del casco viejo.

En A Coruña los empleados se desmovilizaron tras apenas 24 horas sin servicio

A Coruña fue la tercera ciudad donde se convocó un paro en los servicios de recogida de residuos. La huelga, que en principio se anunció como indefinida se prolongó poco más de 24 horas, ya que los trabadores de Cespa, la misma concesionaria que en Pontevedra, desconvocaron ayer el paro tras una última negociación con la dirección de la empresa.

En la ciudad herculina las reivindicaciones de los trabajadores pasaban por mantener íntegra la plantilla de 393 empleados, tal y como obliga el acuerdo con el Ayuntamiento.