Superar un cáncer y luego ser mamá. Un doble reto impensable hace años, porque los tratamientos oncológicos de radio y quimioterapia acaban con la fertilidad del 80% de las pacientes; pero que hoy es un objetivo ya cumplido. Los nuevos métodos de conservación de óvulos, embriones o corteza ovárica permiten que la mujer viva un embarazo después de ser expuesta a fuertes fármacos para combatir la leucemia, el cáncer de mama o de ganglios linfáticos... Quince mujeres gallegas ya solicitaron congelar sus óvulos con la ilusión de ser madres después de la enfermedad, la mayoría de ellas en Vigo, de las más de doscientas que se realizaron en España en un año y medio.

El momento de extraer las muestras para conservarlas es justo después de que se le diagnostique el cáncer, e inmediatamente antes de empezar el tratamiento, que es más agresivo cuando combina varios. “Una de cada doce mujeres en España van a padecer un cáncer de mama”, explica el director de la clínica IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad) de Vigo, Elkin Muñoz, en el marco de un curso de actualidad en cáncer y técnicas de reproducción asistida, que se extenderá hasta el sábado en Vigo y en el que participan el colegio de Médicos de Pontevedra y el colegio de Biólogos de Galicia, que inauguró la concejal de Sanidade, María Jesús Lago. “La identificación temprana de la enfermedad es fundamental”, añade, “entre 80 y el 90 por ciento de las mujeres pueden quedar estériles, por lo que desde las clínicas potenciamos la vitrificación de óvulos”. “Lo consideramos urgencia y es gratis para mujeres con cáncer”, explica.

Consejo genético

El cáncer no se hereda, pero sí la predisposición a padecerlo. Y eso se transmite genéticamente. Por eso, una mujer que tiene una alteración genética puede transmitirlo a su hijo. Una vez que se ha establecido que son portadores de una mutación de un gen, hoy en día existe tecnología para encontrar aquellos embriones que no tienen ese gen alterado y seleccionarlos. “España es el segundo país que ha autorizado hacerlo en Europa, a través de la Comisión. Hace dos días que se han aprobado en España dos familias que han pedido seleccionar embriones sin cáncer de mama y de tiroides”, explica Elkin Muñoz. Hoy continúan las ponencias, sobre estimulación ovárica y complicaciones en reproducción asistida. Serán en el Hotel NH de Vigo.

El “cerebro” del primer embarazo en el mundo con tejido de ovarios, ayer en Vigo

“Suelo empezar la casa por el tejado”, bromea María Sáchez Serrano. Lo dice porque se encarga de gestionar todos los pasos para hacer posible un embarazo, pero cuando una paciente acaba de ser diagnosticada de cáncer. Está al frente del equipo de trabajo del Programa Valenciano para la conservación de la fertilidad, que se desarrolla en la sanidad pública -en el hospital Peset de Valencia- y que logró recientemente el primer embarazo en el mundo de una mujer tras la implantación de tejido ovárico y la utilización de óvulos vitrificados (congelados a una temperatura bajísima, que impide su cristalización). La doctora habló ayer de la preservación de la fertilidad en mujeres con cáncer de mama.

“El hospital Peset es el único específicamente autorizado para la extracción e implante de tejido ovárico”, asegura. “A pacientes con cáncer, les extraemos la corteza del ovario derecho; lo conservamos a menos 196 grados en nitrógeno y cuando están libres de enfermedad, cuando lo autoriza el oncólogo y ellas quieren, se lo implantamos”. No tienen límite de edad. “Nuestra paciente más pequeña tiene 9 años, pero lo cierto es que van de los 9 a 39 años”.

En el programa que dirige María Sánchez, que se desarrolla desde enero de 2005, participan personas de todas las comunidades, desde Baleares a Canarias. “Se podría decir que es prevención, pero se hace cuando el cáncer está diagnosticado y se implanta cuando pasa”. “Llevamos extraídos 273 ovarios, pero se han implantado sólo cinco. ¿Por qué? Pues porque las mujeres tienen que pasar todos los tratamientos, curarse”, relata la experta. “Y hay muchas que aún no quieren ser madres porque son muy jovencitas. Las cuatro primeras mujeres que quisieron habían sido sometidas a quimioterapia, con lo que no era fácil el embarazo. El primer implante en una paciente que podía quedarse embarazada, se ha quedó de gemelos. Ahora mismo la mujer tiene 39 años, cuando empezó tenía 36”. Vierons el primer embarazo en el mundo de una mujer tras la implantación de tejido ovárico y vitrificación de ovocitos.