La delincuencia incrementó el pasado año en la provincia en casi todos los ámbitos. Uno de los datos más significativos que arroja el balance de la Subdelegación del Gobierno es el aumento del número de robos en domicilios en los que se empleó la violencia. Episodios similares al que vivió en marzo de 2008 un vecino de Combarro que fue agredido por ladrones se repitió en 49 ocasiones a lo largo del año pasado, lo que significa un 53% más que en el anterior ejercicio. También aumentó la cantidad de robos en la vía pública (380) y los asaltos con fuerza en establecimientos (comercios, naves comerciales...). En total, los delitos contra el patrimonio, que suponen el 70% del total, crecen por segundo año consecutivo, situándose en los niveles de 2004.

La alarma social que están provocando los últimos robos con fuerza en viviendas, aunque sin violencia para sus ocupantes, también tienen su reflejo en las estadísticas del pasado año, ya que aumentaron un 12,9%. Los ladrones vulneraron la intimidad de un total de 933 domicilios de la provincia, regresando a la memoria casos como los que padecieron el ex alcalde de Vigo, Manoel Soto, o el ex concejal socialista en Pontevedra, Roberto Taboada, durante la oleada de robos en viviendas que se produjeron a finales del pasado mes de noviembre. El último caso lo vivió hace apenas unos días una familia de Nigrán que estuvo retenida en su propia casa mientras la desvalijaban.

Se trata de un repunte de la delincuencia, en general, que reconoce el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Delfín Fernández Álvarez, aunque matiza que es necesario analizarla en un periodo de tiempo más amplio. Así, el subdelegado afirma que, pese al rebrote de los actos delictivos en casi todas las modalidades, los indicadores están todavía “muy por debajo” de datos como los de 2004, cuando accedió al poder el Partido Socialista. Además, la aparición de nuevas modalidades delictivas que antes no existían, como los delitos contra la seguridad del tráfico, “ayudan en este incremento”.

En este sentido, al referirse al aumento que se produce en los robos con violencia en las viviendas, Fernández quiso decir “alto y claro” que “nos afectan hechos como los que se produjeron en los últimos meses, nos solidarizamos con las víctimas y les transmitimos todo nuestro apoyo, así como el compromiso político de que se trabaja para intentar detener a todos los culpables y ponerlos a disposición de la Justicia”. Pero el subdelegado del Gobierno apostilló que “aún habiéndose producido hechos graves, afortunadamente el número de robos en domicilios está muy por debajo de los que se registraban en el 2000 o en el 2002”. No dejó escapar la ocasión de recordó que el repunte en este tipo de delitos se produce después de que en 2006 se registrasen los mejores índices de delincuencia de toda la década.

31 delitos por mil personas

Fernández Álvarez explicó que, pese a este rebrote, la tasa de criminalidad en la provincia se mantiene 16 puntos por debajo de la media española, en un 31,16 delitos por cada mil habitantes. Sin embargo, reconoció que esta cifra sitúa a Pontevedra por encima de la media gallega. El subdelegado del Gobierno en la provincia aseguró que esto un dato “que siempre ha estado ahí”.

Una decena de muertes por homicidio o asesinato

Fuera de las actuaciones contra el patrimonio, los delitos contra las personas también crecen ligeramente. Los que provocan una mayor alarma social son, sin duda, los homicidios o asesinatos, un total de 10 el pasado año, dos más que en 2007. Sin embargo, en este cómputo figuran dos muertes violentas que quizá no correspondan a la provincia, como es el asesinato de una mujer por su pareja de A Coruña en la AP-9 y que no está muy claro que fuera en Vilaboa, y el de una mujer de Nigrán cuyo cuerpo apareció en la Ría de Ares.

Descienden las denuncias por malos tratos

Uno de los mejores datos presentados es que descienden las denuncias por malos tratos en el ámbito familiar. Delfín Fernández Álvarez destacó la labor desarrollada por la Unidad Contra la Violencia de Género al lograr coordinar los medios disponibles para la prevención de las mujeres amenazadas junto con Policía Nacional y Guardia Civil. El pasado año se logró implicar en las labores de prevención a los concellos, juzgados y centros de salud, entre otros.