Vigo necesita poner en marcha el área metropolitana, tanto como los municipios de su entorno. Pero la ciudad espera desde hace al menos catorce años por la puesta en marcha de una iniciativa que siempre surge en periodo electoral para acabar aparcada al final de las distintas legislaturas: unas veces por falta de voluntad del gobierno de turno, otras por el desacuerdo entre los concellos afectados. Ahora la nueva Xunta vuelve a poner ese mismo debate sobre la mesa, aunque con notables diferencias respecto al planteado por el ejecutivo autonómico saliente.

Alberto Núñez Feijóo aboga por un organismo metropolitana liderado por Vigo y que abarque otros 13 municipios (Cangas, Moaña, Soutomaior, Fornelos, Pazos de Borbés, Redondela, Nigrán, Baiona, Gondomar, Mos, O porriño, Salceda de Caselas y Salvaterra do Miño). De esta forma, el presidente electo pretende recuperar la iniciativa popular encabezada por la Federación Vecinal Eduardo Chao y que, por otra parte, se ajusta, en general, a la auspiciada en 2005 por la entonces alcaldesa viguesa del PP, Corina Porro.

Dicha iniciativa vecinal plantea un ente metropolitano con competencias en gestión de aguas, residuos, promoción de empleo, turismo, transportes, ordenación urbanística e infraestructuras viarias, entre otras. Orgánicamente funcionaría con un Consello Metropolitano de 51 miembros con un presidente (elegido por mayoría de los miembros del Consello); una Xunta de Gobierno (con los alcaldes de los 14 concellos) y un director xeral (designado por el presidente del Consello).

Este periódico ha recabado la opinión al respecto de un grupo de expertos, sobre todo en su vertiente económica y social. Como principales coincidencias, consideran “urgente” el funcionamiento metropolitano de Vigo y su área, siempre que se apruebe con el consenso de todas las fuerzas políticas, porque de esa forma, sostienen, Vigo ocuparía el liderazgo institucional del que ya goza por su condición de motor económico de Galicia.

Juan José Santamaría Conde, presidente del Colegio de Economistas de Pontevedra, afirma que el área metropolitana de Vigo “no pude esperar más” y aprovecha para apuntar un nuevo elemento de debate: “Habría que suprimir municipios pequeños”. En su opinión, en Galicia, “por su conformación geográfica y dispersión de la población, se deberían concentrar los municipios de menos de 10.000 habitantes y que funcionasen guiados por un modelo comarcal”. De la misma manera defiende la implantación de áreas metropolitanas para las grandes ciudades “porque así facilitaría la concentración de los municipios que dependen de esas urbes”.

Para Santamaría, esa área metropolitana debería aprobarse sin límite de municipios, “sobre todo por los que son limítrofes”, aunque confiesa que 14 en un “número razonable”. En este sentido, recuerda que cuantos más concellos se integren en ella más justificado estaría la otra pata del debate: “Redefinir el papel de la Diputación”.

“Problema de madurez”

“Llevamos años hablando de este asunto”, lamenta José Luis Outes Ruso, catedrático de Teoría Económica de la Universidad. Y tiene muy claro de quién es la culpa: “Estamos ante un problema de madurez de las instituciones, que no son capaces, por las causas que sean, y no están a la altura de las circunstancias”. Outes insiste en que hay que abordar el área metropolitana de forma “urgentísima”. Sin embargo, avisa que cualquier modelo que se implante, sea de 14 o 28 municipios, “debe incluir Pontevedra”.

Como Santamaría, el catedrático Outes cree que las competencias de esa área que figuran en la propuesta que impulsará el PP desde la Xunta son “un buen punto de partida”, siempre y cuando “sean consensuadas”. En este punto coinciden el director de la Escuela de Empresariales de Vigo, Patricio Sánchez, y el catedrático de Derecho Civil en la Universidad de A Coruña y ex director de la Escola Galega de Administración Pública, Domingo Bello Janeiro, que recalcan que “esas competencias deberían ser las que demande la realidad social”.

Los cuatro expertos aseguran que el éxito de la iniciativa popular dependerá del acuerdo de todas las instituciones implicadas: concellos, Xunta y Diputación. Porque entienden que “sólo así” la ciudadanía podrá creer en el área metropolitana. Y también de esa forma, añaden, “se evitaría la tentación de futuros gobiernos de modificarla”.