Tuvo que esperar a superar la barrera de los setenta para poder publicar un libro que recogiese sus vivencias a lo largo de su carrera profesional en el ámbito judicial y de la abogacía, al que dedicó toda su vida. Ahora, ya retirado, la publicación, bajo el título “Un jurista confiesa”, está en la calle y fue presentada ayer en el Centro Cultural Caixanova. Núñez Vide, pese a estar oficialmente inactivo, ya trabaja en otro ejemplar, esta vez dedicado a su familia.

--En la contraportada de su libro pueden leerse pocas líneas pero intensas: 38 años como funcionario, 30 como abogado, 18 como juez y emérito en la carrera judicial… Supongo que igual de intensas que su larga carrera profesional.

-Empecé de auxiliar mecanógrafo. Estudié la carrera de Derecho y fui abogado en Vigo hasta 1972. Luego estuve 15 años en Madrid como subdirector general en el Ministerio de Trabajo y más tarde ingresé en la carrera judicial. Estuve de juez en Ibiza. Mi carrera fue intensa porque trabajé mucho, más que Sofía Loren. Me pasó como a ella, viví bien pero me salió del sudor de mi frente. Me jubilé de presidente de una sala de la audiencia en Sevilla. Luego me vine para Panxón, donde vivo desde hace ocho años.

-- ¿Qué destacaría de su larga trayectoria?

-Defendí durante 10 años a obreros, fui abogado de los sindicatos. Eso te llena de orgullo. La verdad es que tengo muchas anécdotas.

-Cuénteme alguna.

-A un obrero que le estaba explicando las leyes, yo le decía: Costas, ¿me entiende? Y el me respondía: “Estoy al desvío pero a las sabiendas”. Una señora que fue a declarar al juzgado, después de declarar se marchó por las escaleras y me dijo el médico forense que esa mujer iba diciendo: “Este juez debe ser tonto. La verdad, la verdad, ¿quién viene aquí a decir la verdad?”. Yo para tomarle declaración debía decirle previamente si juraba o prometía decir la verdad en lo que se le preguntase. Cosas de estas, pues muchas.

-¿Qué etapa le llenó más?

-Eso de llenar es subjetivo, porque de dinero me llenó la abogacía pero de satisfacción también la carrera judicial, pero se gana mucho menos. Los jueces ganan mucho menos que los abogados, como digo en el libro. Los jueces cobran un sueldo y según su categoría o del juzgado el sueldo varía pero dentro de unos parámetros normales. Ahora de abogado, depende de la clase de abogado que seas. Si tienes buenos pleitos, ganas más dinero, como pongo en las memorias. La profesión de juez es muy bonita pero muy esclava. El abogado, si se organiza bien, trabaja menos que el juez. Éste trabaja sábados y domingos para resolver los asuntos, muchas veces difíciles y delicados.

-¿Cuánto tiempo tardó en escribir “Un jurista confiesa”?

-Cinco o seis meses. Lo hice a mano y mi hijo Pablo me lo pasaba a ordenador. Le iba dando chuletas hasta que se cansó. “¡Papa, ya está bien!”. me decía.

-Supongo que le quedarían muchas cosas en el tintero.

-La mitad me quedó sin escribir. Luego hay cosas que no se pueden escribir, que son delicadas.