Bastantes más de las previstas. Un tercio de las tarjetas de aparcamiento para discapacitados utilizadas hasta ahora en la ciudad de Vigo no cumplen la legislación. El proceso de renovación de los permisos que está realizando la Concejalía de Seguridad y Tráfico ha detectado “una bolsa importante de autorizaciones que funcionaban de manera irregular”, reconoce el concejal socialista Xulio Calviño. En concreto, se han anulado un total de 800 carnets que los vigueses empleaban para beneficiarse de las plazas para discapacitados pero que no se adaptaban a la legislación bien por haber fallecido el titular, haberse mudado o tratarse de meras falsificaciones o fotocopias en papel.

De las 2.400 tarjetas de diferentes modelos que convivían en la ciudad hasta ahora, un 33,3 por ciento serán eliminadas de circulación gracias a las comprobaciones realizadas durante a la renovación integral de los permisos, impulsado tras detectarse en febrero del pasado año, tal y como adelantó FARO, un fraude en la utilización de las tarjetas que expide el Gobierno vigués para personas con discapacidad.

Al margen de los invalidados, Tráfico y la Policía Local han ratificado ya los primeros 550 permisos, que ya están en imprenta y que empezarán a funcionar antes de final de mes, para cuando se espera enviar a fábrica la segunda remesa, otros 400 carnets pendientes de digitalizar la foto.

Durante los próximos dos meses y hasta que se complete la sustitución de todos los documentos, convivirán los permisos antiguos con los nuevos, pero en cuanto se complete la renovación sólo podrán utilizarse estos 950 ya comprobados más los correspondientes a otros 650 vigueses pendientes de entregar la fotografía.

“Hemos solventado el problema de la falsificación y, de forma paralela, la limpieza nos garantiza una mejor utilización de las plazas para discapacitados”, asegura Calviño. Tras eliminar 800 carnets, la media de aparcamientos reservados para personas con problemas de movilidad en Vigo “mejora considerablemente”, ya que quedan un total de 419 plazas en zona azul para 1.600 vigueses, una por cada cuatro conductores.

Material plástico

Para dificultar su falsificación, las nuevas tarjetas, en lugar de papel, están realizadas en PVC de 500 micras y llevan un holograma con el escudo de la ciudad, así como una fotografía digitalizada del titular. Tienen forma de gancho y deberán colgarse del retrovisor para reconocerse a simple vista.

El Concello de Vigo aprobó una partida de 8.831 euros para imprimir hasta un máximo de 2.500 nuevos carnets que finalmente se quedarán en torno a 1.600 y que entrarán en funcionamiento más de un año después desde que se detectaron irregularidades en su uso.