La inmigración tiene en la Residencia de Religiosas María Inmaculada, en Vigo, un punto de referencia para encontrar trabajo. Más de 300 mujeres inmigrantes que llegan a la ciudad buscando trabajo como empleadas de hogar consiguen colocarse a través de este servicio que puso en marcha la mencionada congregación y en el que la lista de espera apenas es perceptible. El boca a boca ha otorgado a este servicio que ahora dirige la hermana Esperanza una dimensión tal que en la escalera de la residencia se hacen colas para ser atendidas. Para las recién llegadas de los paises de América y extracomunitarios, la Residencia María Inmaculada es su Inem particular.

La hermana Esperanza, desde septiembre, y la hermana Josefina, antes, manejan un completo fichero de los inmigrantes que llegan a la puerta de la residencia a pedir trabajo. No falta de nada. Por tener, tiene incluso las cartas de recomendación que traen las extranjeras, firmadas por sus empleadores en su país de origen. Pero las hermanas también guardan ficha de las personas que acuden a ellas buscando una trabajadora. Son minuciosas en su labor de recopilación de información y hacen un seguimiento exhaustivo de las mujeres a las que emplean. La Residencia está abierta para todas las inmigrantes el domingo. Pretenden que sea un punto de encuentro para estas mujeres y, como dice la hermana Esperanza "se desahoguen" de los problemas de su vida diaria en un país y una ciudad que no conocen". La congregación les organiza fiestas y en estos momentos se trabaja en la puesta en marcha de distintos talleres. "Queremos que tengan una formación integral, que aprendan informática".

La hermana Esperanza llegó de Lugo en el mes de septiembre, donde se ocupaba también de este servicio de empleo. Ella es la que se ocupa de atender personalmente a las inmigrantes. Principalmente, las que acuden a este servicio de empleo son de origen latinoamericanas: paraguayas, uruguayas, nicaragüenses, ecuatorianas y, ahora, también rumanas. Las hermanas someten a cursos intensivos a las extranjeras que admiten que desconocen el funcionamiento de los electrodomésticos modernos. La Residencia es un campo de prácticas excelente.