A la vuelta de las vacaciones de Semana Santa, verano o Navidad los trabajadores de las agencias de viajes ya se esperan lo peor. Cierto es que las reclamaciones presentadas por sus clientes no suponen un número significativo, pero a lo largo de los últimos años, estos establecimientos en Vigo han tenido que enfrentarse a particulares inconformidades por parte de su clientela, que, en la mayor parte de los casos, “no tienen fundamento alguno o no somos nosotros los responsables”, consideran desde las oficinas. “Somos intermediarios, algunas de las reclamaciones relacionadas con los vuelos, por ejemplo, deben formalizarse en el propio aeropuerto”, avisan. Ahí van algunas de las quejas más llamativas.

Sin noticias de Mickey. Una familia contrató con una agencia de la ciudad un viaje a Eurodisney y a la vuelta de sus vacaciones acudieron al establecimiento donde habían adquirido el paquete turístico para presentar una reclamación formal porque no había visto durante su estancia al famoso Mickey Mouse.

Un seguro de sol para el Caribe. Una pareja de novios estaba interesada en contratar lo que ellos mismos denominaban un “seguro de sol” para que la agencia le garantizase que durante su alojamiento en el Caribe tendrían buenas condiciones meteorológicas y así poder ir a la playa. Desde la oficina le comunicaron que no disponían de ese servicio y los jóvenes procedieron a cubrir una queja. En este sentido, las reclamaciones entre los jóvenes porque les ha llovido en su destino turístico de la costa española son “frecuentes”.

El WC, ¿precintado por la Policía? El desconocimiento a veces lastra las vacaciones para las que uno lleva ahorrando una vida. Éste fue el caso de una pareja de personas de avanzada edad que durante su estancia en las Islas Baleares no utilizó el WC de la habitación del hotel porque pensaban que estaba estropeado. “Es que estaba precintado por la Policía”, decía el matrimonio a la vuelta de sus vacaciones en el Mediterráneo. Cuando desde la agencia les explicaron el sistema de higiene utilizado en los hoteles, no formalizaron la reclamación.

Un todo incluido sin helado de vainilla. Ésta sí fue una queja formal. Una pareja joven acordó un paquete vacacional de los llamados “todo incluido”. El motivo de su inconformidad con el servicio contratado se centra en que el restaurante del hotel no disponía de helados de vainilla. Y es que algunas de las reclamaciones rozan el absurdo.

¿Repostería “Martínez” en un hotel de cuatro estrellas? Un caso similar fue el protagonizado por una panadera, que se fue con sus hijos a un hotel de cuatro estrellas en Tenerife durante la Semana Santa del año pasado. Para su sorpresa, cuando se instalaron el el establecimiento hotelero, se indignaron de tal forma que a la vuelta de las vacaciones presentaron una reclamación. ¿El motivo? Para desayunar había bollería de una marca conocida, pero no era fresca, del día.

Toda una semana haciendo la cama. Un empresario solicitó un viaje para sus padres en un hotel de cinco estrellas en el Mediterráneo. A los dos días de que el matrimonio iniciase sus vacaciones, el empresario llamó escandalizado a la agencia porque a sus padres no le limpiaban la habitación. Ante las afirmaciones de este vigués, la oficina se puesto en contacto con la pareja y ahí se resolvió todo. “La señora nos dijo que como el cartel de ‘arregle la habitación’ estaba por dentro, pues hacía ella todos los días la cama”, explica desde una agencia.

Un huracán en México... ¿para el Caribe? Una pareja que había contratado un viaje para ir a Cuba estaba muy preocupada por que un huracán que estaba afectando a la costa mexicana, llegase a su destino turístico: La Habana. La agencia les aseguró que no existía ningún tipo de previsión por parte de las autoridades de que eso ocurriese, que se fuesen tranquilos de vacaciones. “Ellos aseguraban que iba a tocar Cuba y decidieron anular el viaje a pesar de que tanto consulados como embajadas aseguraban que eso no sucedería”, relatan desde una oficina.

Un barrio que “da miedo”. Las agencias siempre avisan a sus clientes de que las categorías de los hoteles en España no son equivalentes a las del resto de Europa. Pese a todo, un matrimonio formalizó una queja por que el barrio en el que estaba ubicado el alojamiento “daba miedo”.

Cortinas con “desperfectos”. La ausencia de un gancho de la cortina en la habitación de un hotel de lujo desató la indignación de una pareja. “Decían que eso no les parecía normal”, informa una agencia de viajes.