Acaba de celebrar su primer cumpleaños, pero Sabela ya lleva la mitad de su corta vida luchando por integrarse en ella como los demás. A los seis meses le fue diagnosticada una patología en el cerebelo que le afecta al equilibrio y, con el tiempo, podría influir en su desarrollo psicomotor. Desde entonces acude a rehabilitación física en el Xeral y en febrero le fue prescrita la ayuda de una estimuladora precoz, pero una fría lista de espera se ha interpuesto en el camino de esta joven familia que no está dispuesta a cejar en la lucha.

“Presentamos una reclamación al servicio de atención al paciente, pero seguimos esperando desde el 25 de febrero. Para un recién nacido un solo mes es muchísimo tiempo, porque su cerebelo es muy plástico. Si mi hija sigue esperando, quizá después necesite estar más tiempo con la estimuladora o acudir a otros servicios que de otra forma no le harían falta”, lamenta la madre, Berta López.

El caso de Sabela y de los otros tres bebés en espera tiene fácil solución, puesto que el aula de la estimuladora precoz está vacía por la mañana y sería suficiente con contratar a otro profesional. “Sólo atiende por la tarde a los niños de todo el área sanitaria”, añade Berta, que en menos de un mes se trasladará a vivir a Vigo con su marido y su hija desde Cangas.

Los niños que aguardan son pocos, pero los tratamientos suelen prolongarse durante meses o años. Tampoco se sabe cómo van a evolucionar los pacientes, por lo que es difícil predecir cuándo serán dados de alta para poder admitir a otro paciente.

El Sergas deriva a los niños que no puede atender a centros concertados, pero todavía no se ha pronunciado sobre la situación de Sabela. “No me queda otro remedio que moverme yo, pero los privados son caros”, añade la madre de Sabela.

Refuerzo insuficiente

Sanidad ha reforzado la plantilla, que contaba con 34 profesionales para todo el área de Vigo, con veintidós nuevos fisioterapeutas. Pero desde la plataforma que inició las reivindicaciones por falta de personal hace un año reconocen que el único servicio que ha quedado sin refuerzos es Atención Primaria, que atiende a niños de 0 a 6 años.

De esta forma, la única estimuladora precoz debe atender los casos derivados por cuatro fisioterapeutas. En el área también trabajan un terapeuta ocupacional y un logopeda.

Los fisioterapeutas de Atención Primaria tratan a niños cuyo desarrollo psicomotor está afectado por causas diversas como una parálisis cerebral, autismo o una hemorragia cerebral durante el parto. También los prematuros, cuyo número va en aumento, pueden necesitar estas terapias para corregir déficits o de forma preventiva.

Pero mientras la burocracia del Sergas no resuelva, Sabela carecerá de todas las armas para continuar con su lucha.