Vegetación en los arcenes y arbustos que sobresalen sobre el carril izquierdo de incorporación. Ésta es la realidad que se encuentran a diario los conductores que acceden a la autopista del Atlántico desde el nudo de Isaac Peral o salen en Alfonso XIII. Una carretera de pago en la que los usuarios denuncian deficiencias de mantenimiento.

Los peores tramos después de un invierno con abundantes lluvias está en los accesos y salidas de Vigo, cerca de las casas y con fincas sin cultivar entre la calzada y los edificios. Es lo que ocurre un poco antes de llegar a las torres de García Barbón, con un tramo de unos tres metros con el arcén cubierto de plantas. Pocos metros después, ya en la curva de entrada a la ciudad, un arbusto se dobla sobre la carretera, gestionada por Audasa y con su responsable de mantenimiento de vacaciones.

La situación se repite en sentido contrario, en la salida hacia Pontevedra desde Isaac Peral, un tramo con los arcenes sucios, plantas que sobresalen por los quitamiedos y arbustos más altos que ocupan parte del carril izquierdo. La vegetación es abundante en todo el trayecto hasta Buenos Aires y empeora justo por detrás de los edificios de Fenosa de Travesía de Vigo, donde hay terreno sin edificar y vegetación que llega a los arcenes. Los miles de conductores que a diario pagan por utilizar la AP-9 reclaman mejoras de mantenimiento por motivos de seguridad, ya que la adherencia disminuye en los arcenes cubiertos de vegetación, de los que se localizan en Vigo varios tramos.