Zona Franca aprobó ayer las cuentas correspondientes al ejercicio de 2008 con un saldo positivo de 13.529.000 euros. Un satisfactorio balance propiciado por los ingresos del cobro del impuesto de sociedades a las industrias asentadas en los polígonos de Bouzas y Balaídos, “además de la política de contención de gasto realizada en los últimos cinco años” (sobre todo en los capítulos de personal y de contratación de servicios externos), como señalaba el propio consorcio en un comunicado emitido al término de la reunión de su Comité Ejecutivo.

Un balance positivo generado por la actividad industrial registrada en 2007, cuando las empresas instaladas en los citados polígonos, la mayoría vinculadas al sector de la automoción, “alcanzaron récords de producción”. La delegada de Zona Franca, Teresa Pisano, subrayó ante los miembros del Comité Ejecutivo que “desafortunadamente, dada la crisis económica global, no se puede esperar que se vuelvan a tener unos ingresos tan extraordinarios como estos”.

En cualquier caso, Pisano avanzó que pese a tan pésimo panorama económico, una “buena gestión” de estos 13,5 millones de euros, el consorcio podrá continuar con las inversiones productivas previstas para el área de Vigo “durante los años que restan antes de salir del periodo de crisis económica”, y de esa manera, añadió, “la ciudad resistirá mejor la embestida de la caída en empleo y producción”.

El primer destino de esa inversión será el parque empresarial de Matamá “con el objetivo de adelantar un año su ejecución”, así como la ampliación del Parque Tecnológico de Valladares. “Para ello, Zona Franca pondrá todos sus recursos humanos y económicos a trabajar para avanzar ese tiempo sobre los plazos previstos inicialmente”. Teresa Pisano justificó ese esfuerzo inversor y humano en ambas actuaciones porque, según sus estimaciones, “se podrán emplear cerca de 4.700 personas en las industrias y empresas que allí consigan ubicación”.

Según el mismo comunicado, en la actualidad el Consorcio tiene una inversión en marcha de más de 200 millones de euros dedicados, entre otros, al parque empresarial de Matamá (76 millones); la citada ampliación del Parque Tecnológico (25 millones); la Plataforma Logística de Salvaterra-As Neves (46 millones); la ampliación de Balaídos (34 millones); y la conclusión del polígono de Porto do Molles (en torno a los 110 millones).