Cuando le propusieron que dirigiera los programas de arqueología y cultura naval de la Sociedad Estatal del Quinto Centenario, José Enrique Lechuga estaba destinado en Palma de Mallorca como jefe de la Unidad de Buceadores de Contraminado. Aceptó el encargo sin dudarlo, y entre 1989 y1994 desarrolló un amplio programa de estudio y, sobre todo, de formación en arqueología naval. "Fueron unos años maravillosos porque entre los proyectos que llevamos entre manos fue el estudio de la flota hundida en la batalla de Rande en 1702", recuerda. Esta misión le convirtió en un respetado experto en esta legendaria contienda naval.

Concluida la investigación para el Quinto Centenario, la Fundación Iberoamericana para el Fomento de la Cultura y las Ciencias del Mar (FOMAR), de la que Lechuga Serantes es secretario general, ha custodiado la documentación más valiosa sobre la expedición a uno de esos galeones, el Santo Cristo de Maracaibo. Los ministerios de Cultura y de Defensa aseguran que la información que maneja el FOMAR es "crucial" para el rastreo que iniciarán en verano al mítico pecio, que podría albergar una importante carga de oro en sus bodegas.

-¿Qué zona abarcó la búsqueda del pecio?

-La salida natural de la flota inglesa del Almirante Shovel era por el norte de Cíes. Pero el 5 de noviembre de 1702 había un temporal de tal magnitud que decidieron, a las seis de la mañana y cuando estaban concentrados frente a Baiona para intercambiar prisioneros, utilizar la salida sur. Los ingleses zarparon escoltando a tres barcos, tres galeones, con un fabuloso botín. Uno de ellos, el escoltado por el barco inglés Montmouth [se refiere al Santo Cristo de Maracaibo] chocó contra unos fondos rocosos y comenzó a meter agua. Erróneamente, algunos cazatesoros, como Potter en los años 50, buscaron en la vertical del sitio donde colisionó el barco. Usaban medios todavía muy rudimentarios, e hicieron inmersiones de alto riesgo que no les llevó a nada porque allí el barco no podía estar.

-¿Lo comprobaron?

- Gracias a un equipo de muchos especialistas, entre ellos, de la Universidad Politécnica de Madrid, que realizaron un estudio concienzudo y exhaustivo sobre las condiciones del mar y del galeón, llegamos a varias conclusiones que no puedo decir porque los expoliadores se pondrían las pilas. Sí puedo asegurar que son datos muy fiables que demuestran que el barco se hundió del orden de diez horas después de colisionar.

-Si no cerca de la costa, ¿dónde está entonces si es que existe?

-Aunque los expoliadores hayan llegado subrepticiamente, cosa que no se puede descartar, el barco no es ninguna fantasía. En caso de que lo expoliasen, los restos tienen que estar, seguro. Y no puedo decir más, porque daría unas pistas tan concretas que propiciarían el expolio.

-En cualquier caso hablamos de un perímetro muy amplio en el que van a trabajar los barcos de la Armada. Al menos, desde Baiona hasta Sálvora.

-Es posible incluso que el Santo Cristo de Maracaibo esté en aguas portuguesas. Hablamos de probabilidades aplicando los métodos más rigurosos.

-En su día, usted habló de que podría hallarse a 500 metros de profundidad, ¿lo mantiene?

-Sí.

-A esa cota su expedición sacó a superficie un pedazo de madera que pertenecía a la época del Santo Cristo. ¿Qué importancia concede a esta prueba?

-Relativa. No se pueden sacar conclusiones definitivas porque puede haber otros naufragios en la zona de otros años. Realizamos una prueba de Carbono 14 a ese trozo de madera, pero tampoco es definitiva al cien por cien. Ahora haremos otro análisis en la Universidad de Valencia sobre el tipo de madera.

-¿Y qué esperan de ella?

-Es que antes de hacer las operaciones en el mar hay que cerrar el círculo todavía más. Porque los trabajos en la mar son muy costosos de presupuesto, y hay que afinar mucho más la zona. ¿Cómo? Pues haciendo estudios de todo tipo. Uno de ellos, muy importante, es el que se hará en el canal de experiencias hidrodinámicas reproduciendo el galeón y las condiciones en las que navegaba ese día.

-Defensa y Cultura creen que donde encontraron esa madera es un buen punto de partida de la misión de la Armada.

-Debería ser esa zona porque es de alta probabilidad. Pero vamos a tratar de afinar todavía más. Utilizaremos magnometría diferencial y sonar de barrido lateral, y sonar multihaz. Medios muy sofisticados, pero aún así, todos los estudios previos ayudarán a centrar la búsqueda.