"Queremos una respuesta clara por parte de la dirección de la Cruz Roja, que nos digan si van a cerrar el hospital, si lo van a privatizar o qué va a pasar". Así se expresaban ayer los representantes del comité de empresa del centro sanitario durante la primera de las movilizaciones convocadas en contra del deterioro de las instalaciones y el consecuente empeoramiento de la calidad asistencial.

La protesta consistió en una concentración ante las puertas del recinto en la que el personal -58 empleados fijos y doce temporales- expresó su malestar ante una falta de información sobre el futuro del centro. El comité de empresa teme que Cruz Roja intente "deshacerse de la red externalizando la gestión", algo que ya había intentado "en 2005" o, lo que sería peor, "cerrar el hospital".

Por todo ello, el comité remitió una carta a la dirección autonómica y a la central de Madrid, junto a la Gerencia del hospital, "para que nos den una respuesta por escrito". El plazo de respuesta acaba el 15 de enero y según el resultado de la gestión, tomarán medidas como nuevas movilizaciones y protestas.

Sin embargo, temen que la organización benéfica decida finalmente clausurar el servicio - "una noticia que nos ha llegado extraoficialmente"- en cuanto expire el concierto con el Sergas en 2010. "La dirección solicitó un aumento de las tarifas por enfermo pero Sanidade las denegó por lo que el hospital sigue dando pérdidas", recalca el comité, que matiza que el concierto les exige 80 camas "y sólo tenemos 70, de las que una siempre tiene que estar vacía por posibles urgencias". Por ello, achacan parte de la culpa de la situación al Sergas y también al Concello "por consentir el deterioro de las instalaciones".

Por su lado, la Dirección Xeral del Sergas asegura que mantiene contactos "permanentes" con el hospital para "garantizar la continuidad del centro" hasta 2010, cuando finaliza el concierto. Agregan que en 2008 se incrementó la ayuda según el IPC

El centro, que ayer contaba con 67 plazas ocupadas, da servicio a enfermos de larga duración, con cuidados paliativos o con problemas sociales. Apuntan que algunos pacientes llevan "más de diez años" ingresados lo que agrava la situación económica ya que el Sergas rebaja la financiación a medida que se prolonga la estancia.

Mientras tanto, unas obras arreglaron el bajo del edificio para convertirlo en un centro de día. "No decimos que no haga falta, pero sí que podían haber destinado ese dinero a mejorar el hospital, que no se toca desde que en el año 2002 arreglaron las ventanas", subrayan desde el comité de empresa. Agregan que el servicio está cerrado pese a que las obras acabaron a finales del pasado verano.

Por su parte, desde la Gerencia del Hospital evitaron hacer declaraciones al respecto.