La autovía alternativa a Rande, entre Vigo y_Pontevedra, deberá contar con, al menos, veintinueve pantallas acústicas que mitiguen el ruido del tráfico. Es la principal recomendación incluida en la declaración positiva de impacto ambiental que acaba de publicar el Ministerio de Medio Ambiente en el Boletín Oficial del Estado.

El documento emplaza a Fomento a adoptar medidas que eviten prejuicios durante la construcción de la infraestructura referentes a "las maniobras de carga y descarga, los movimientos de la maquinaria y del personal, y las voladuras".

Una vez que la autovía esté en funcionamiento se ordena la elaboración de "un estudio de previsión de la incidencia acústica del tráfico". Y, en todo caso, ya se propone como "medida correctora principal" el "apantallamiento acústico de los tramos de la vía situados frente a potenciales receptores, donde el nivel acústico esperado supere los valores marcados en la legislación vigente".

A modo orientativo, la declaración de impacto ambiental estima necesaria la ubicación de veintinueve pantallas acústicas, "con una longitud total de 4.553,85 metros, como mínimo".

La autovía A-57, que discurrirá entre Pontevedra y el alto de O Confurco, contará con un ramal desde Vilaboa que enlazará con el aeropuerto de Peinador y la AP-9. El objetivo de este vial será descongestionar el tráfico entre la capital de provincia y Vigo funcionando como alternativa a la autopista y al puente de Rande.

No son carreteras paralelas

En respuesta a una de las miles de alegaciones presentadas contra el ramal durante los últimos meses, Fomento asegura que ambas infraestructuras no son carreteras paralelas y que no existe ninguna duplicidad pese a que discurrirán muy próximas a lo largo de unos nueve kilómetros, un tercio del recorrido total aproximadamente.

El Concello de Pontevedra y vecinos de Pontesampaio, Arcade y de otras zonas próximas, se mostraron contrarios desde el principio al trazado elegido para el ramal, de 23 kilómetros de longitud, y apostaron por otro más corto. Fomento ya había descartado variaciones en el plan inicial y ahora recibe el respaldo expreso del Ministerio de Medio Ambiente, con su autorización sectorial al trazado.

La respuesta de Fomento a la principal objeción pontevedresa expone que la finalidad de esta autovía Pontevedra-Vigo, complementaria de la A-57, es "solucionar los problemas de congestión en todo el corredor, en especial en la travesía de Redondela, mejorar la conexión con el Aeropuerto de Vigo, disminuir el ruido provocado por el tráfico rodado en las poblaciones con travesías, impulsar el desarrollo económico y la cohesión social de la región, mejorar los intercambios comerciales en la zona y mejorar la conexión entre Vigo y Pontevedra".

Diferencias funcionales

En relación con la posible duplicidad de trazados, el ministerio admite "que existe cierto paralelismo, en un tramo de unos 9 kilómetros, pero también existen grandes diferencias funcionales entre ambas, ya que la A-57 atiende más al tráfico de largo recorrido, mientras que la nueva vía atiende también al tráfico de medio recorrido con origen o destino en las localidades de la zona de estudio, que no son atendidas por la A-57".

Durante el proceso previo, Fomento llegó a manejar 56 alternativas de trazado, que después redujo a las 14 estudiadas. Mientras el ministerio apostaba por el eje Vilaboa-O Viso-Ventosela, el concello pontevedrés reclamó la que arrancaría en la A-57 a la altura de Pazos de Borbén, evitando así Pontesampaio.

Fomento reitera que la opción seleccionada "es funcional, económica, territorial y ambientalmente viable", por lo que queda confirmada una autovía de 23.057 metros "que parte del enlace de Vilaboa de la A-57 con la N-550 y bordea los núcleos urbanos de Pontesampaio y Arcade".

El ramal será diseñado para que los vehículos circulen a una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora y contará con cuatro carriles de 3,5 metros de ancho.