j. pastoriza

La colonia de gaviotas sigue en fase de expansión, ya con más de un millar de parejas en Vigo, y el Concello planea una ofensiva ante las molestias que ocasionan. Los expertos contratados han lanzado una batería de ideas en un detallado informe, y como acción principal proponen una campaña de retirada intensiva de nidos y huevos en la época de incubación para reducir la población. No obstante, también sugieren medidas que afectan al bolsillo, con multas a quienes den de comer a las aves, ya que lo consideran parte del problema. Los técnicos señalan en su estudio de actuaciones que es "fundamental eliminar las fuentes de alimento". Entre estas citan los que les proporcionan algunos ciudadanos, y los restos en contenedores, mercados y patios de colegios.

Hasta ahora el Concello ha recurrido a la empresa Arcea para que retire nidos a petición de los vecinos. Algunos se quejan de que son agresivas, e incluso han denunciado ataques y picaduras. Los expertos, que tienen censadas nueve zonas donde se concentran las colonias, abogan por eliminar los nidos de forma intensiva en la temporada de incubación, de mayo a junio. "Es el método más efectivo y rentable a la hora de interrumpir el proceso reproductor", citan en su documento sobre la problemática.

Las normas municipales de Vigo no prohíben dar de comer a las gaviotas, un hábito que sí se sanciona en ciudades como Madrid o Londres para las palomas. Los expertos, en su exposición sobre estos casos y el de Basilea, donde se realizó una intensa campaña educativa, señalan que "si se consiguiera persuadir a los ciudadanos y se tomasen medidas drásticas, disminuiría la población sin necesidad de otro tipo de medidas". Numerosos partes de actuación de los técnicos de Arcea por la retirada de nidos de gaviotas hacen constar las quejas de los afectados porque algunos de sus vecinos dan de comer a las aves. La Asociación de Amigos de los Pazos ya ha solicitado al Concello que sancione estas prácticas, ante los daños que causan las deposiciones en el patrimonio.

El informe de los especialistas, que recoge las conclusiones de los principales investigadores sobre el problema y cita las medidas adoptadas en una decena de ciudades, también propone que el Concello recomiende a los vecinos, a través de un bando, acciones para prevenir la nidificación y facilitar la retirada de los nidos. El plan incluiría un seguimiento para determinar el éxito de las medidas adoptadas y el estudio de la evolución de la colonia. El proceso requerirá años de trabajo, anticipan.

Otras ciudades

Madrid

- El Ayuntamiento prohíbe alimentar, por razones de salud pública y protección del medio, a cualquier animal cuando se puedan derivar molestias, daños o focos de insalubridad.

Londres

- La capital británica sufría un grave problema de superpoblación de palomas. Prohibió darles de comer y adoptó otras medidas higiénicas para cortar sus fuentes de alimento. En Trafalgar Square se redujo la colonia de 4.000 a 200 individuos.

Basilea

- La ciudad suiza combina una rigurosa campaña educativa para centralizar la alimentación de palomas en nueve zonas con la sustitución de huevos naturales por artificiales. En 50 meses se redujo la población un 50%.

A Coruña

- Su plan de gestión de palomas señala que la causa principal del aumento de población se produce por la disponibilidad de alimento, debido al puerto y al que le dan los ciudadanos a las aves. Pide a los vecinos que cierren la entrada a las palomas a los edificios con la reparación de tejados y galerías y la colocación de redes.

Avilés

- Sus gobernantes recomiendan a los ciudadanos no alimentar a los animales de los parques en general. Si admiten dar migas de pan a las palomas, patos y gorriones, pero lo desaconsejan.

Estado de Nueva York

- Su plan incluye la persuasión para no alimentarlas, la eliminación de aguas estancadas, sellar los accesos a los edificios y el uso de repelentes.