Un tesoro a cuidar e impulsar. Es la iglesia Santa María de Castrelos, una joya del Románico única en Vigo que está dando los últimos pasos para su recuperación total después de más de una década de obras y reformas, que comenzaron a mediados de la década de los 90 con la restauración de las pinturas murales que decoran sus paredes interiores. La rehabilitación de la cubierta en 2005 y de la imagen de la Santísima Trinidad, el pasado año, completan, hasta el momento, las actuaciones ya ejecutadas con un presupuesto superior a los 40.000 euros.

A pesar de que el recinto religioso está muy mejorado, todavía restan tareas por hacer. Precisamente para conocerlas de primera mano y ver los resultados de las obras pasadas, la delegada provincial de la Consellería de Cultura, Mª Xosé López Escudeiro, visitó ayer la iglesia junto al párroco y delegado de Arte Sacro de la Diócesis de Tui-Vigo, Andrés Fuertes; Xulio Carballo, jefe de servicio de Patrimonio en la Delegación, y Carlos Gómez, del servicio de Arquitectura de Patrimonio.

Allí observaron los murales restaurados hace más de una década. López Escudeiro comprometió su colaboración para establecer un sistema de conservación de las pinturas, así como a colocar una inscripción bajo la original, en latín, que apunta la inauguración de la iglesia en 1217.

Fuertes señaló la necesidad de recuperar los óculos del ábside así como de la escalera de madera que permite acceder al coro. También indicó que sería preciso analizar la situación del tráfico rodado en el espacio, algo que es competencia municipal, para "encontrar una manera de proteger el entorno patrimonial de la circulación constante".

"Es una auténtica joya porque en una sola iglesia tenemos muestra del Románico del siglo XIII; las pinturas murales del XVI y los retablos del Barroco", explicó la delegada de Cultura. Agregó que el objetivo de las actuaciones no es sólo recuperar los inmuebles sino también promocionar la arquitectura religiosa y "buscar la manera de que la gente se conciencie de la riqueza que tenemos".

Recalcó que este recinto es "muy visitado" por estudiantes , tanto de Secundaria como universitarios, debido a su valor arquitectónico por lo que abogó por continuar con las mejoras.

Ya ejecutadas están la retirada del hormigón del ábside, la reparación de la cubierta -para lo que se aprovechó la madera ya existente, que fue tratada y que supuso la mayor inversión con casi 30.000 euros -, así como la rehabilitación de los retablos y de la figura de la Santísima Trinidad que, apunta López Escudeiro, estaba en un "estado calamitoso". También se mejoraron los murales, que están en un buen estado de conservación.