Un juicio con sorpresa.Un joven acusado de ser uno de los agresores en una multitudinaria pelea ocurrida en abril del pasado año ante un pub vigués demostró ayer en el juicio no sólo que no era uno de los atacantes, sino que ni siquiera estaba allí aquella madrugada. ¿La razón? Estaba cumpliendo condena en la cárcel de A Lama.Con los documentos que lo acreditaban en la mano, este vigués, que no llevaba abogado,quedó libre de toda culpa tras recibir el juzgado la confirmación por parte de Instituciones Penitenciarias.

La autodefensa realizada por el joven Juan Pablo F.G. -que había sido erróneamente identificado en un reconocimiento fotográfico- lo libró de la acusación de la Fiscalía en el juicio de faltas celebrado ayer en el Juzgado de Instrucción Número 4. No le ocurrió lo mismo a su compañero en el banquillo de los acusados, Enrique M.F., para quien el ministerio público pide el pago de una multa de 180 euros por una falta de lesiones.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 15 de abril de 2007 ante el pub Mao Mao. Los siete chicos que comparecieron como denunciantes -algunos fueron agredidos- relataron que se encontraban en la entrada del local cuando otro grupo les recriminó que estuviesen allí y empezaron a empujarles. Escaparon corriendo pero, según su versión, los agresores fueron tras ellos.Dos chicas declararon que les atacaron cuando se pusieron delante de sus amigos para evitar que les siguieran pegando.

El único que fue acusado por la fiscal, Enrique, afirmó que se limitó a observar la pelea. Juan Pablo demostró que esa noche estaba en A Lama. Con todo, la juez le reprochó su“falta de honestidad” por esperar al juicio -los hechos ocurrieron hace más de año y medio- para aportar este dato clave.Ahora, el joven afirma que denunciará a quienes le identificaron erróneamente.