La Concejalía de Patrimonio Histórico ha firmado un convenio con el Colegio de Ingenieros Navales para la realización de un proyecto para la restauración del pesquero Bernardo Alfageme y mantenerlo a flote y visitable. La titular del departamento, Elena Maure, señaló que "el anteproyecto se conocerá en unos días y nos permitirá tomar una decisión definitiva sobre el barco", que permanece desde hace meses en un varadero.

En un informe municipal de hace cuatro años, se estimaba que dejar el barco "a flote atracado y visitable costaría unos 700.000 euros, a lo que habría que añadir los costes de mantenimiento".

La intención de la responsable de Patrimonio Histórico es implicar a la Consellería de Cultura en la restauración del barco, propiedad del Concello, y cederlo posteriormente al Museo del Mar para su exposición a flote y visitable.

Durante el mandato del anterior gobierno, se procedió a la restauración parcial del barco "para su exposición en el espacio público que se determine, en tierra y próximo al litoral" . Los trabajos se adjudicaron en en 274.000 euros (casi 45,6 millones de pesetas), y con un plazo de ejecución de seis meses.

Respeto al original

Para la restauración se exigía que se respetasen los materiales y las características originales del barco, según las prácticas generalmente aceptadas en materia de rehabilitación de bienes culturales, reparando los elementos originales que sea necesario y sustituyendo los que no se puedan reparar, pero conservando la características semejantes a las originales".

Dada la envergadura del barco, un pesquero con casco de acero remachado, de 35 metros de eslora y casi siete de puntal, resultó imposible encontrar un lugar adecuado en tierra para su exposición, por lo que se comenzó a considerar como única posibilidad el mantenerlo a flote. Una de las alternativas que se barajaron fue tenerlo en el actual muelle del Museo del Mar, en la parte de tierra del dique, asentado sobre el fondo y haciéndole una cama de arena, por lo que no se movería con las mareas".

Para exhibir el barco en el Museo del Mar y mantenerlo a flote, sería necesaria la construcción de un nuevo muelle, recuperándose así la idea original que existía en el proyecto del museo, y que estaría formado por un tramo flotante, adosado al dique actual, de 45 metros de longitud, un tramo pivotado de madera de unos 40 metros y un brazo paralelo al muelle actual, de unos 50 metros de longitud, donde iría el Bernardo Alfageme y quedaría sitio para otro barco. Tres brazos flotantes albergarían embarcaciones tradicionales. Para todo esto sería necesario dragar hasta alcanzar dos metros de calado.