Intentaban obtener el dinero de dos cartillas de ahorro previamente robadas pero fueron arrestados en un cajero automático de la avenida de Castelao cuando estaban a punto de consumar sus propósitos. Se trata de César Augusto M. da S.R., de 40 años de edad, y de Samuel Agostinho P. de A., de 18, ambos de nacionalidad portuguesa y sin domicilio conocido en la ciudad olívica.

Su detención tuvo lugar en torno a las cuatro de la madrugada del pasado domingo cuando funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía que desarrollaban labores de prevención por la zona en un coche camuflado observaron en un cajero automático la presencia de dos personas en actitud sospechosa. Vigilados más de cerca, los agentes pudieron comprobar cómo manipulaban el cajero y cada vez que pasaba una persona o algún vehículo por el lugar cesaban en sus tejemanejes. Esta actitud hizo sospechar todavía mucho más de los citados, comprobando los policías cómo uno de ellos introdujo una cartilla bancaria por la ranura correspondiente del cajero y copiaba en el teclado números que llevaba anotados en un papel, presumiblemente una clave.

Fue entonces cuando los agentes decidieron actuar y sorprendieron a los dos hombres en el cajero. Ante su presenciacia se pusieron muy nerviosos e intentaron ocultar los efectos que tenían en sus manos. Los policías lo evitaron y al proceder primero a su identificación y después a su registro, al César Augusto le intervinieron 245 euros y una cartilla de ahorros a nombre de una tercera persona, y a Samuel 190 euros, las llaves de un Opel y dos "móviles". Una segunda cartilla a nombre de la misma persona también les fue intervenida después de que el cajero la "escupiera" tras cancelar los policías una operación que los detenidos tenían ya en curso pero sin rematar.

Vehículo registrado

Poco después, tras una batida por la zona, los agentes actuantes localizaron un Toyota Avensis que los detenidos dijeron que les pertenecía pero que averiguaciones posteriores determinaron que era de una empresa de alquiler de coches de Leganés, en Madrid. En el registro de este turismo se hallaron una maza, guantes de color, tres "móviles", una cámara de fotos, una navaja multiusos, un navegador, y 18 llaves en un manojo. Debajo del volante y en la caja de fusibles tenían 10 tarjetas de crédito de distintas entidades bancarias y dos más en blanco. También se les intervino un ordenador portátil, cuatro lápices de memoria para ordenadores, las llaves de un Audi, un hierro con un gancho para abrir vehículos, ganzúas y un taladro.

En cuanto a las dos cartillas intervenidas, éstas habían sido robadas, tres horas antes, de un Peugeot 206 aparcado al lado de una discoteca de Porriño. Cuando su titular se dio cuenta, ya la Policía había avisado a su familia de su recuperación.