El presunto autor de la grave puñalada pudo hablar con algunos allegados en los pasillos de los juzgados mientras aguardaba por la resolución de la juez. Esposado y custodiado por agentes de la Policía Nacional, Fausto, que presentaba múltiples hematomas en la cara,pidió concretamente a un joven que le cuidase a la iguana, dándole instrucciones sobre la luz y el agua que debía suministrar al reptil, al mismo tiempo que ya le transmitía su impresión de que tendría que estar al menos“unos dos o tres meses en la cárcel” hasta que todo se“aclarase”.

“Tenía a muchos encima”, decía sobre el día de la pelea. El imputado, que niega ser el autor de los navajazos, les contó que había sido reconocido por los forenses y que tenía hematomas“ por todo el cuerpo”. Sobre su amigo, que en aquel momento estaba declarando ante la juez,dijo que“tenía cuatro navajazos”.