Una caída sustancial en el consumo de agua en los primeros seis meses del año, tanto en el gasto de las viviendas como en el que realizan las industrias. Es la conclusión que se obtiene de los datos que maneja la concesionaria del servicio, Aqualia. En el tramo de uso doméstico, cada vigués emplea cuatro litros menos de agua por día, mientras que en las industrias el descenso es de casi cincuenta litros diarios por cada usuario. Ello sitúa el consumo global en unas cifras similares a las que se registraron hace diez años, concretamente en 1998.

El descenso en el consumo ya se había detectado el pasado año, pero solamente en el tramo de clientes no domésticos, es decir entre las industrias y los grandes consumidores, como se refleja en el último informe económico de la Fundación Provigo. Sin embargo, con los datos de Aqualia correspondientes al primer semestre de este año se pone de manifiesto que también el consumo en las viviendas ha sufrido un decrecimiento.

Así, mientras la media por habitante y día en el consumo doméstico se situaba el año pasado en 131,48 litros, desde enero a junio de este ejercicio esa cantidad diaria se rebaja a 127,39 litros. Un descenso considerable si se tienen en cuenta los usos que suele haber dentro del tramo doméstico del abastecimiento de agua. Las cifras, no obstante, aún están lejos de los 113,79 litros por habitante y día que se registran en Barcelona, con las restricciones de abastecimiento que existen en el área metropolitana de la capital catalana.

Pero el bajón más importante se produce entre los denominados "grandes consumidores". Ya el año pasado había una tendencia al descenso en este tramo, según los datos que ofreció la concesionaria, aunque en los primeros seis meses de este año se ha agrandado. Así, cada usuario gastaba el año pasado 801,21 litros diarios, mientras que en lo que va de año esa cantidad ha bajado hasta 758,61 litros.

Usuarios

El volumen de agua que se consumió el año pasado en Vigo fue de 31 millones de metros cúbicos. De esa cantidad 24 millones corresponde al gasto doméstico y los siete millones restanes a lo que emplean las industrias.

El descenso se produce pese al incremento del número de usuarios, que aumentó el año pasado en un 1,4 por ciento, sobre todo por el aumento experimentado en la población.

Las causas del descenso habría que buscarlas en varias direcciones, según los técnicos. En el apartado doméstico, la necesidad de adecuarse al tramo más pequeño de gasto -situado en 30 metros cúbicos cada dos meses- para no tener que pagar más, y la conciencización del ahorro a la hora de consumir son los dos factores esenciales.

En las industrias, el principal factor que se apunta -ya que el número de grandes consumidores no ha variado- es la adaptación tecnológica de los procesos de producción, que conlleva un mayor ahorro energético y también de consumo de agua.