Una farmacia que sólo dispensa marihuana. La Asociación Viguesa de Estudos da María (AVE María) anunció ayer en internet que su segundo cultivo colectivo ya está en marcha y que incluirá un fondo para personas enfermas que utilizan esta planta en su terapia.

Según explica su presidente en un comunicado, este banco de cannabis, además de ser utilizado para el autoabastecimiento de los socios, evitará a los pacientes que la consumen "acudir al mercado negro y los riesgos que esto comporta como adulteraciones, detenciones o sobreprecio".

Los cultivos asociativos existen en otras comunidades españolas, siendo el País Vasco el que registra una gran cantidad de plantaciones. El colectivo Amigos de María de Vitoria fue uno de las primeros en poner en marcha una farmacia gratuita de marihuana y ofrece además un servicio de asesoría terapéutica y legal.

Los usuarios son enfermos de cáncer, sida, glaucoma, asma o esclerosis, entre otras patologías, y para poder acceder al cannabis superan un reconocimiento médico en el que se comprueba que el uso es recomendable.

Estas plantaciones se amparan en que el cultivo para el consumo personal no está penalizado y en sentencias como la de la Audiencia de Vizcaya que archivó la causa contra la asociación Pannang por cultivar marihuana para el consumo de sus socios, la gran mayoría mayores de 50 años y sometidos a quimioterapia.