Cuando sobre una mesa se tratan cuestiones de vital importancia para una empresa la seguridad es clave para el negocio. Tener la confianza plena de que se puede realizar una negociación sin miedo a que se filtre la información puede salir muy caro. Directivos de la ciudad han llegado a pagar hasta 1.500 euros por los trabajos de "limpieza" de detectives privados.

Localizar micrófonos ocultos, capar la señal de los teléfonos móviles, descubrir cámaras de video o cualquier otro aparato que pueda registrar la reunión. Éste es el objetivo de los agentes secretos cuando se les contrata para realizar "barridos". "En tres de cada diez que realizamos en empresas viguesas siempre localizamos algún sistema espía", declaran desde Indetec.

Trabajos

De forma minuciosa y con la más alta tecnología. Con estos dos "ingredientes" trabajan los detectives privados. El primer paso consiste en el análisis del despacho: "Localizamos todos los enchufes y vemos si están manipulados; luego examinamos las tomas de potencia, corriente y los ordenadores que haya en la sala". Tras el examen técnico, toca estudiar la estructura de la habitación: "Observamos la altura del techo y cualquier elemento que haya en la sala, como pueden ser los cuadros, los jarrones o cualquier otra ornamentación en la que pueda esconderse un aparato". Tras corroborar que el espacio está "limpio" los detectives dan el visto bueno para iniciar la reunión.