Los restaurantes sufren muy de cerca la crisis económica. Si hace unos años los lugares de comidas se desbordaban en la Vigo, hoy ya no ocurre lo mismo. A Pedra ha registrado un descenso de clientes este verano, sobre todo en julio, según indican profesionales del sector que trabajan en esta zona de la ciudad. El presidente de la Asociación de Hosteleros de la provincia de Pontevedra, José Magaz, va más allá e indica que "el consumo de marisco ha bajado considerablemente, sustituyéndose por platos más económicos y por tapas, sobre todo".

Y, obviamente, este cambio de hábitos alimenticios desencadena un claro bajón en las economías de los restaurantes, pasando así de un consumo medio al día de 150 euros a unos 80, según apunta Magaz, quien no repara en reconocer que, tanto turistas como vigueses, "van a lo justito".

En cifras, el bajón se traduce en un descenso de entre un 20 y un 30% en relación al verano del año pasado.

Más familias

Contrariamente a lo que apuntan los hoteleros, desde el sector hotelero inciden en que las familias son los clientes más asiduos a los restaurantes durante el verano. "Lo cierto es que las parejas de jóvenes no suelen recurrir demasiado a nosotros, aunque algunas sí comen en restaurantes", explica José Magaz, quien esperaba que el mes de julio no fuese "tan malo".