Además de reprocharle la tardanza con el Plan Xeral, Caballero se mostró ayer muy crítico con la actitud que mantiene con él el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, al que acusó de "seguir instalado en el inmovilismo" con respecto a Vigo.

El regidor vigués tildó de "impresentable" el comportamiento del responsable popular y de "intolerable" su ofrecimiento público para celebrar una entrevista, cuando, aseguró Caballero, "yo se la pedí en varias ocasiones y sin éxito".

"¿Cómo es posible que haga eso?", se preguntaba ayer con ironía el alcalde de Vigo, antes de asegurar que no se siente "objetivo prioritario" del presidente de la Diputación, teniendo en cuenta los seis meses que pasaron desde su reelección sin que "haya llamado al alcalde de la ciudad más importante de Galicia". Cuarenta y ocho horas después de que Louzán anunciase que ambos mantendrían un encuentro en el mes de septiembre, Caballero aseguraba ayer "que yo sepa no hubo ninguna llamada a mi gabinete".