Árboles que se "comen" la señalización. La Avenida Clara Campoamor -el vial de acceso al Cuvi desde Castrelos- tiene cada día menos indicadores visibles para los conductores que circulan por ella, un claro ejemplo del abandono al que está sometida esta carretera. Con cunetas superpobladas de vegetación, la maleza y la arboleda se "echan" sobre la señalización vertical y la calzada, e impiden a los vehículos su identificación.

Ya sea en el descenso o la subida hacia la Universidad, existen siete indicadores prácticamente tapados. Por la Avenida Clara Campoamor pasan a diario cientos de vehículos y es una de las calles viguesas con la siniestralidad más elevada. Pero el ejercicio de descifrar la señalización de su recorrido no forma parte de las funciones del conductor, y en ocasiones es una auténtica hazaña. El ejemplo más claro se encuentra en la señal vertical que pretende señalar peligro ante un desnivel, y del que ya resulta imposible saber el grado debido al arbusto que lo rodea.

No es el único caso llamativo. Al conductor que baja del Cuvi, le resultará más que difícil saber qué velocidad máxima debe guardar en determinados puntos de esta avenida. Probablemente no por falta de empeño del propio ocupante del vehículo, sino porque sólo cuando uno está a la misma altura de esta señalización reconoce la prohibición a la que se enfrenta. Si, con suerte, el conductor ha visto la señalización, quizás le dé tiempo a aminorar la velocidad. Pero si se presupone que los conductores miran siempre de frente en la carretera, nada asegura que éste se vaya a girar de pronto y ver las señales que limitan la velocidad a 40 y 70 kilómetros por hora, respectivamente, sólo porque, justo al pasar por allí, entre la maleza asoma un "bordecillo" rojo.

¿Y si éste conductor busca el Parque Tecnológico? Lo encontrará porque los arbustos todavía no han ocultado las fábricas, pero desde luego no porque la señalización se lo muestre. El rótulo donde se indica la dirección hacia la que se ubican las factorías están prácticamente tapados por la copa de un árbol.

Y no es la única señal de dirección que plantea "restricciones" en este vial. A ambos lados de la calzada, los indicadores de la autopista tampoco se salvan.

Finalmente, entre estas señales "a la fuga", también ha "desaparecido" una que alerta de un paso de peatones próximo. Sin embargo, y dado que no existe tal cebreado, parece la menos importante.