Cada día dos extranjeros son detenidos en Vigo. La causa, sin embargo, no es siempre la comisión de un delito. La memoria de la Fiscalía Provincial de Pontevedra sobre la sección de Extranjería cifra en 683 los arrestos practicados a lo largo del pasado año en la ciudad: más de 350 acabaron en comisaría por protagonizar hechos delictivos

-sobre todo malos tratos, robos y venta ilegal de CD o DVD- o por tener pendiente una reclamación judicial. Pero el balance arroja que el resto de los casos no obedece a una causa penal, sino administrativa, ya que el motivo de su detención fue su situación de ilegalidad en España y, por tanto, infringir la Ley de Extranjería.

"Haciendo una comparativa, hay muchos menos extranjeros detenidos por delitos que españoles; la estadística engorda por los arrestos por causas administrativas", explica Susana García-Baquero, fiscal-delegada de Extranjería en la Fiscalía Provincial de Pontevedra. Esta profesional, que desarrolla su labor en Vigo apoyada, en Pontevedra, por Benito Montero, hace hincapié en otro importante matiz: el hecho de que, a efectos legales, los europeos no son extranjeros, sino comunitarios, por lo que no se rigen por la Ley de Extranjería. En esta situación están por ejemplo los rumanos, una de las nacionalidades con más apresados.

En el grupo de detenidos en Europa, además de los rumanos, con 76 ciudadanos apresados, destacan los portugueses, con 62. Del continente americano, los inmigrantes que más sobresalen en esta estadística son los procedentes de Brasil (122), Bolivia (73) y Colombia (38). De África, son sobre todo marroquíes (38) y senegaleses (62). El grupo con menos peso en el balance de detenidos son los asiáticos, ya que sólo se practicaron ocho arrestos a extranjeros de este continente.

Tipos

¿Son especialmente graves los delitos que cometen los inmigrantes en Vigo? La fiscal señala que la mayoría no, que la estadística no es alarmante y que muchos casos acaban como faltas o incluso archivándose. Las motivos principales por los que son arrestados suelen ser por violencia de género, delitos contra la propiedad (como robos y hurtos) o venta de material audiovisual pirateado.

Y en este último caso Susana García-Baquero apunta una particularidad: prácticamente el cien por cien de los extranjeros que venden música o películas por las calles son ciudadanos de Senegal que están indocumentados. "Llegan en patera, vienen a Vigo, porque aquí hay una colonia importante de senegaleses, y mientras esperan a que puedan regularizarse se dedican a vender CD", señala. La expulsión en estos casos es prácticamente imposible. "No tienen pasaporte, no sabes su identidad, no sabes a que país devolverlos, no sabes nada de nada...", reflexiona.

A la dificultad para expulsarlos del país, se une otro problema que afecta directamente a los ciudadanos indocumentados: ser víctimas de estafas o de explotación laboral. "Aquí se detectan muchos abusos económicos, ya que hay personas que se aprovechan y, bajo la amenaza de que pueden ser expulsados en cualquier momento, los engañan y les exigen dinero por un contrato o prometiéndoles una legalización", señala.

Y es que el extenso balance de la labor realizada por la sección de Extranjería - "es un trabajo de equipo", recalca en más de una ocasión esta fiscal, que recuerda que cuentan con una funcionaria adscrita- también recoge los delitos de los que son víctimas los extranjeros. Además de varias causas de tráfico de mujeres para su explotación sexual detectadas en Vigo, en este apartado destaca un caso ocurrido en una granja avícola de Lalín. Cinco acusados se enfrentan a penas de entre 3 y 4 años de cárcel por explotar a ciudadanos marroquíes: carecían de contrato de trabajo, tenían que trabajar de noche sin luz y llegaban a hacer jornadas de 11 horas con sueldos muy bajos.