Como si de un turista se tratase con su cámara al hombro, el responsable del servicio de Teledetección de la Universidad, Ramiro Álvarez, fotografía estos días algunos de los edificios más emblemáticos de Madrid. Las fotografías no revelan, sin embargo, su belleza arquitectónica sino la temperatura y formarán parte de un estudio financiado por la Agencia Espacial Europea para medir el fenómeno climático de la "isla de calor".

La campaña Desirex está coordinada por la Universidad de Valencia y cuenta con la participación, entre otros, del centro de investigaciones CIEMAT, la Agencia Estatal de Meteorología, la Autónoma y la Complutense.

Las ciudades generan "islas de calor" por su propia estructura y las emisiones de calor de las viviendas, vehículos o aparatos de aire acondicionado. Debido a ello, la presión atmosférica es más baja sobre la urbe y mayor en las zonas colindantes y esta diferencia genera un movimiento del viento hacia el interior de la ciudad conocido como brisa urbana, que puede mejorar la calidad del aire, pero también enfriar demasiado los edificios.

La campaña empezó el 23 de junio y se prolongará hasta el próximo día 12. La intervención del físico Ramiro Álvarez se limita a cinco jornadas, desde el 1 hasta el 5 de junio, y tendrá que hacer varias mediciones de edificios, un parque y una importante carretera "a lo largo de cada jornada".

Mientras los expertos miden temperaturas a pie de calle y a bordo de vehículos, se lanzan globos sonda y se recogen los datos de estaciones meteorológicas un avión del INTA sobrevuela la ciudad para cotejar todas esas cifras con las obtenidas desde el aire. "A largo plazo el estudio aportará información para calibrar y desarrollar nuevos sistemas de observación de la tierra vía satélite que servirán para controlar incendios, la seguridad o el cambio climático", explica Álvarez.

El informe final de Vigo será supervisado por el profesor Luis Gimeno y todos los datos de la campaña estarán a disposición de la universidad viguesa.