Después de una larga trayectoria dirigiendo bandas de música, ha decidido perfeccionar su técnica con el maestro Jancober en el Instituto Superior de Música de Trento (Italia) y ya lleva tres años.

Juan Carlos Díaz tiene ganas de hacer las cosas bien. Por eso se explica de forma clara, procurando no dejarse nada en el tintero. Y ese entusiasmo lo traslada a sus clases de tuba y a la banda del Conservatorio de Música Profesional que, bajo su dirección, ha ganado el premio “Acordes”.

¿Qué cree indica este reconocimiento a nivel nacional?

Constituye un premio al trabajo por parte de los alumnos. Pero también supone una razón más, entre otras muchas, de que Vigo necesita una banda municipal que proporcione una salida profesional a estos jóvenes músicos. Para que tengan una ilusión en su propia ciudad por la que puedan luchar y no se desanimen.

¿Por qué decidieron participar en el concurso?

Pues la verdad es que fue porque para mí, como profesor, es muy importante estimular a los niños y pensé que estaría bien introducir un objetivo más en este curso. Por lo menos quería que tuviesen la oportunidad de tocar. Ahora que salimos premiados, pues mejor que mejor.

¿Cuántos músicos componen la banda del conservatorio?

Cincuenta músicos, que, además, es el máximo que establecían las bases.

Y, ¿cómo fueron seleccionados ?

Formar parte de la banda es una asignatura obligatoria, así que los únicos criterios que se siguieron fueron los que nos llevaron a conseguir una plantilla equilibrada a nivel instrumental. Son alumnos de todos los cursos y tienen edades comprendidas entre los doce y los veinticinco años.

¿Durante cuánto tiempo se prepararon ?

Más o menos desde el mes de noviembre. Ensayamos cinco o seis meses en una clase semanal de hora y media y al final tuvimos que quedar más veces.

¿De cuántas fases constó el certamen?

De dos. En la primera tuvimos que entregar una grabación y, al ser seleccionados, el cinco de abril tocamos en el Conservatorio Superior de Oviedo.

¿Cómo se enteraron de la victoria?

En mayo nos llamaron y el viernes pasado fuimos a Madrid el director del conservatorio y yo a recoger el premio. Ya no son sólo los siete mil euros o el reconocimiento, sino que el jurado nos felicitó por la interpretación.

¿Tiene ya intención de presentar a sus alumnos a algún otro concurso?

Sí, la cuestión es seguir buscando ideas que estimulen el estudio de los músicos. Que tengan una formación real y que salgan del conservatorio con hábitos de participación en una banda.