Es natural de Joensuu, una ciudad de sesenta mil habitantes al este de Finlandia, y no está de intercambio, sino que empezó la carrera en Vigo hace cinco años. "Si quisiese estudiar Filología finlandesa me hubiese quedado allí, pero es más natural hacer Hispánicas en España", razona. Apasionada por viajar, su primera incursión en nuestro país fue en 1999, para estudiar un curso de Bachillerato en Madrid y durante esa estancia visitó Galicia. No sabía "ni decir hola" cuando llegó y en tres meses ya era capaz de escribir cartas. Ahora domina el inglés, el español, el italiano y, aunque algo menos, el alemán.

- Tuvo que hacer la selectividad en su país y en España.

- Sí, me costó bastante porque en el instituto de Finlandia no estudié español y tampoco dábamos los mismos temarios. Tuve que prepararme un tiempo y me pasé un año sabático viajando.

- ¿Se encuentra a gusto en el campus?

- Mi casa en Joensuu está en el bosque, por eso me gusta la ubicación del campus. Es el mejor de Europa. Las relaciones con los profesores y compañeros son cercanas y, aunque siempre fui trabajadora, aquí las ganas de estudiar me han aumentado. Además estoy en una clase "superexigente" porque los alumnos son muy buenos. Los profesores que más me gustan son los que te dejan tema libre para los trabajos.

- Cuando acabe la carrera, ¿regresará a su país?

- Me gustaría vivir entre los dos países porque siento que ésta también es mi casa, como Finlandia, y trabajar en un ambiente internacional.