La fachada principal del Casco Vello, la plaza del Berbés, sigue presentando un aspecto lamentable a la vista de propios y visitantes, pese a los anuncios del Concello de que se tomarían medidas urgentes. Edificios que están en estado ruinoso desde hace meses mantienen las habitaciones desnudas mirando con descaro hacia los transeúntes, sin que se haya hecho nada para mejorar su aspecto.

El Concello otorgó, hace casi dos meses, la licencia para que la demolición de tres de esos inmuebles, sin embargo nada se ha hecho hasta ahora.

Desde entonces, la negociación con los usuarios de los locales que están en los bajos de los edificios parece ser la causa de que se retrase tanto el derribo. El permiso municipal concedido no surtirá efecto a no ser que haya un acuerdo entre todas las partes: propietarios, locales y, como colofón, los técnicos municipales.

Los edificios están situados en un área sensible dentro de los elementos a preservar. De ahí que la solución adecuada pasaría por una rehabilitación posterior, al menos para conservar elementos de la fachada que se puedan aprovechar. Al menos aquellos que no se perdieron entre algunos de los escombros que aún permanecen en la zona.

Una vaya verde y algunos andamios soportando el peso de la balaustrada recuerdan a los viandantes que no deben pasar por los soportales en ese tramo de la plaza del Berbés.

Otro caso, ocurrido hace ahora seis meses, fue provocado por la caída de la fachada de otro inmueble, con desalojo de los inquilinos de edificios colindantes incluidos. Tampoco se ha hecho nada de momento para resolver la situación.

Los vecinos de la zona creen que nada se va a arreglar, pese a los reiterados anuncios del Concello de que se agilizarían los expedientes y de que aumentarían las inspecciones de los edificios. De hecho incluso de habló de inspecciones que hasta ahora no han tenido efectos prácticos.