A otra escala, lograr las obras de la Fundación Ellipse para Vigo sería un éxito similar al que supuso la cesión a Madrid de la Colección Thyssen. La comparación es de Iñaki Martínez Antelo, director del MARCO, que calificó ayer de "oportunidad única" la posibilidad de obtener por al menos cinco años 670 piezas de los fondos de la entidad portuguesa, poseedora de una de las mejores colecciones de arte contemporáneo del mundo. "Sería un sueño para la ciudad hasta ahora inimaginable", enfatizó.

El acuerdo con la Fundación lusa es total, y ya hay un texto de convenio pactado, pero el museo vigués carece de fondos para sufragar las obligaciones que acarrea la cesión de las piezas, valoradas en 25 millones. La cantidad que debería afrontar, en torno a 200.000 euros al año para transportes, seguros y mantenimiento, es mínima en comparación con los beneficios que le reportaría. El patronato del MARCO acordó realizar un estudio a fondo para cuantificarlo, pero todos los miembros coincidieron en el "gran valor artístico" de la obra, según resumió ayer el concejal de Cultura, Xesús López.

Martínez Antelo inició en febrero las conversaciones con Alexander Melo, asesor cultural del primer ministro portugués José Sócrates y uno de los encargados de adquirir obra para la Fundación Ellipse. Melo, al igual que la directora de la entidad, Filipa Sánchez, visitaron el MARCO y consideraron que sus almacenes reúnen las condiciones necesarias para el depósito. Su sede en Cascais, de 3.500 metros cuadrados, se ha quedado pequeña para el alto número de piezas que tiene la colección. Suman 860, y la fundación quiere superar el millar. A Vigo llegarían 676 de afamados autores contemporáneos de la que ya es, según la crítica internacional, una de las principales colecciones del mundo.

Gran interés

"Les ha interesado mucho la programación del MARCO, las posibilidades de exposición y la ubicación", comentó Martínez Antelo. El museo vigués tiene un presupuesto muy corto, de 1,6 millones al año, y no podría asumir el gasto. "Lo que falta por resolver es una cuestión puramente económica", sintetizó el director.

Por el momento ninguna de las administraciones con presencia en el patronato del MARCO -Concello, Diputación, Xunta y ha confirmado que aportará la financiación, y esperan a conocer el informe final. La cesión supondría dotar al MARCO de la última piedra que le falta, una colección de arte. "Sería por fin un museo, y si la relación es buena los cinco años pueden prorrogarse", razonó Martínez Antelo.

El aumento de visitantes, la consolidación del recinto vigués como referente artístico, la posibilidad de multiples exposiciones, y el atractivo para los investigadores son algunas de las ventajas de la cesión. A ello se uniría que el museo olívico podría hacer intercambios de las piezas con otros museos, previa aprobación de Ellipse, lo que favorecería la llegada a Vigo de obras de otros grandes centros de arte contemporáneo. El informe que se presentó al patronato resume lo que supondría: "Pocos museos en el mundo disponen de tan precisa representación de la historia del arte de las últimas décadas".

Las obras que se cederían a Vigo incluye piezas de afamados artistas como Eija-Liisa Ahtila, Francis Alys, John Baldessari, Miroslaw Balka y Matthew Barney, entre muchos otros.