Al margen de la imposibilidad de acoger a nuevos usuarios, las dificultades se suceden en la residencia viguesa, que se quedó sin suministro de agua el fin de semana en dos de sus cuatro plantas. Este imprevisto obligó a los trabajadores a utilizar agua embotellada para preparar la comida y asear a los enfermos encamados, mientras que los demás ayudaron a carreterar ellos mismos con cubos para evitar malos olores en sus baños.

Así lo denunciaba ayer la federación de servicios y administraciones públicas de CCOO, cuyos representantes añadían, además, que pese a avisar a la dirección, "ningún responsable se personó hasta el lunes en la residencia".

La avería dejó sin agua la primera y la segunda planta del inmueble, mientras que en la planta baja y el sótano salía con muy poca presión. Los problemas de suministro se solventaron utilizando las botellas del almacén para la comida, labores de limpieza y asear a los usuarios que permanecen en cama. Los demás contribuyeron a recoger agua y los más capaces se trasladaron al centro de mayores de Beade, que también depende de Vicepresidencia, para poder ducharse.

"La escena era patética. La gente cargando con cubos para sus lavabos", explica el comité de empresa y personal de Enfermería del centro, que sostiene que desde la reapertura de la residencia en 2007 "se han repetido los problemas en el suministro".

Desde Vicepresidencia, aseguraban ayer que la avería se produjo en la red general de Aqualia y que, pese a utilizarse agua embotellada, "no se registraron mayores problemas".

A media tarde, desde el Concello, informaban que técnicos de la empresa desplazados el sábado al inmueble detectaron un problema en el regulador de presión del edificio, "que depende de la instalación y ya no es competencia de Aqualia", pese a lo cual accedió ayer a llenarles un depósito utilizando una manguera.