Un incendio declarado a las tres de la madrugada de ayer en un tercer piso del edificio número 46 de la calle Eugenio Kraff obligó al desalojo de una veintena de familias. El suceso provocó que varios de los afectados tuvieran que permanecer en la calle hasta casi las seis de la mañana.

El origen del fuego está todavía por determinar, pero las primeras hipótesis apuntan a un descuido. Al parecer, el joven que habitaba en el piso en el que se declaró el incendio, Roberto V.B., de 33 años, podría haberse quedado dormido en un sofá con un cigarrillo encendido en las manos. Cuando el fuego y el humo lo despertaron, las llamas ya habían adquirido unas dimensiones considerables, que eran visibles, incluso, desde el exterior de la vivienda. Él mismo fue el primero que intentó apagarlo con sus propios medios, pero la carga de fuego le superó. El ruido y el humo provinientes del piso incendiado despertaron a su vecino contiguo y presidente de la comunidad, Andrés V., quien de inmediato se levantó y, al constatar lo ocurrido, comenzó a avisar, puerta a puerta, al resto de los habitantes del edificio. Los más próximos a lugar del incendio intentaron sofocar el fuego con cubos de agua, pero no tuvieron éxito.

Un retén de Bomberos del parque de Balaídos, apoyado con el vehículo articulado (escalera), acudió de inmediato al lugar. "La carga de fuego era enorme en el piso siniestrado y el humo ocasionado inundó todo el tiro de escaleras", explicó el jefe del retén que se desplazó a la zona.

Evacuación

Algunos vecinos comenzaron a bajar por sus medios, otros se quedaron dentro sin peligro alguno para ellos, los menos fueron ayudados por los bomberos y la policía a salir a la calle. El desalojo se realizó con seguridad y sin contratiempo alguno, como aseguraron algunos vecinos del edificio al tiempo que felicitaban a los cuerpos de seguridad por su rápida intervención.

El joven ocupante del piso siniestrado se mantuvo en el lugar durante algún tiempo y finalmente fue evacuado por el 061 a un centro médico con síntomas de inhalación de humo.

El incendio hizo saltar persianas y cristales y varios coches estacionados en la calle sufrieron daños en su carrocería.