El subdelegado del Gobierno en la provincia de Pontevedra, Delfín Fernández, aseguró hoy que la situación de inseguridad en las parroquias viguesas de Cabral y Candeán, donde se produjeron varios robos en las últimas semanas, "está controlada", aunque se mantendrán los dispositivos de vigilancia en la zona.

En declaraciones a los medios tras participar en una reunión urgente de la Junta Local de Seguridad, Delfín Fernández, quien insistió en que "Vigo es una ciudad segura en términos relativos".

Aclaró que durante el pasado mes de mayo se produjeron cinco robos en viviendas y establecimientos de esas parroquias, además de una tentativa de robo. De esos ataques, tres se atribuyen a un "grupo organizado itinerante" que ya se ha desplazado a otros lugares, y el resto se relacionan con "delincuentes comunes autóctonos".

Con respecto a los dos supuestos ataques de este fin de semana, el subdelegado precisó que, en uno de los casos, se trató de una "alarma de una vivienda que saltó, pero eso no quiere decir que sea un intento de robo", y el otro, un robo en una tapería de Cabral, que está "prácticamente resuelto y habrá detenidos en los próximos días". "No hay razones objetivas para la alarma, ya se tomaron medidas y hay compromiso de mantener la guardia alta", añadió.

Por su parte, el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, insistió en que "Vigo es la cuarta ciudad más segura de España", y destacó la "rapidez" con la que actuó la Policía, y la "excelente" coordinación entre los efectivos de la Comisaría y de la Jefatura de Policía Local. Asimismo, reiteró que las patrullas ciudadanas "son ilegales e innecesarias", y que los vecinos que detecten alguna irregularidad "deben llamar a la Policía".