Setenta y cinco vigueses se encuentran actualmente a la espera de un riñón para poder sobrevivir o abandonar las sesiones de diálisis tres veces por semana. En el Día Internacional del Donante, que se celebra hoy, la Asociación Viguesa de Donantes y Receptores (Adrovi) recuerda que la ciudad olívica es la más solidaria de Galicia, aunque sigue necesitando más donantes potenciales para hacer frente a la demanda.

"Cada día, seis nuevos vecinos se hacen con el carnet de donante" y suman ya entre 12.000 y 15.000 afiliados en la ciudad. Pero sigue habiendo gente en lista de espera, un centenar de enfermos renales en toda la provincia y alrededor de 400 en el conjunto de Galicia.

Los datos son oficiales y los ofrecieron ayer el coordinador de transplantes del Complejo Hospitalario de Vigo (Chuvi), el doctor Luis González, y el presidente de la asociación local de donantes, Celso García.

Comparecían ayer públicamente acompañados por el alcalde, Abel Caballero, para agradecer la solidaridad de los vigueses y pedirles que sigan colaborando para salvar la vida a los centenares de enfermos de riñón, corazón y páncreas que todavía esperan una intervención.

Hoy mismo, aprovechando la conmemoración del día del donante, la asociación instalará dos mesas informativas en Gran Vía y O Calvario para repartir folletos y disipar dudas a los escépticos. Especialmente a los más mayores, "les sigue costando el tema de la donación por el culto al cuerpo que todavía conservan", aunque las negativas familiares se han ido reduciendo gracias a las campañas de sensibilización realizadas en colegios, centros de salud y de enfermería desde el mes de octubre.

Con estas iniciativas, García explica que se busca captar a un mayor número de potenciales donantes, ya que sólo una pequeña parte de las personas que tienen el carnet acreditativo acaban finalmente accediendo a un transplante.

Esto se debe, tal y como explicó el doctor González, a la falta de consentimiento de la familia, que en ocasiones desconoce la condición de donante del fallecido, o por la necesaria aplicación de las tres premisas a las que está sujeta una operación de este tipo: "que el donante fallezca en un hospital, esté libre de enfermedades infecciosas o malignas que puedan trasmitirse al receptor y que esté sano".

Pese a las dificultades, los avances de la medicina moderna han permitido a los responsables del Chuvi incrementar el número de donantes que llegan desde las unidades de cuidados intensivos o mayores de 65 años.