El incremento de la vigilancia policial en las parroquias de Cabral y Candeán no ha sido suficiente para espantar a los delincuentes que durante el último mes tienen en vilo a los vecinos de la zona. Durante el pasado fin de semana se registraron otros dos intentos de asalto a viviendas y varias llamadas a la Policía Nacional alertando de la presencia de un vehículo sospechoso por la zona.

Un asalto fallido en un chalet de Candeán y otro con igual fortuna en un negocio de Cabral fueron las dos denuncias registrados el jueves y el viernes pasado, ambos de madrugada. Si bien es cierto que los afectados no lograron ver a los asaltantes, el modus operandi coincide con las más de diez denuncias que han elevado ya los vecinos de la zona en el último mes.

La vigilancia policial se ha intensificado a lo largo de la última semana, después de que los vecinos de Candeán plantearan la posibilidad de crear patrullas para vigilar la parroquia. "Ahora sí se ven vehículos de la Policía Nacional rondando por la zona, e incluso este fin de semana un helicóptero estuvo peinando la parroquia todo el fin de semana", afirma Xulio Costas, uno de los vecinos al que los asaltantes le propinaron una brutal paliza.

Patricia Castaño fue la última vecina de Cabral que denunció un asalto. Fue durante la madrugada del viernes pasado. Ella y su marido detectaron movimientos dentro del negocio -sito en los bajos de su vivienda- y, tras saltar la alarma, los delincuentes huyeron sin que pudieran ser vistos por el matrimonio. "Tenemos un detector de movimiento dentro del negocio. Hasta hace unos días nunca lo activábamos, pero tras los que está sucediendo en la zona lo estamos conectando. Eran las cuatro de la mañana y estábamos durmiendo. Sentimos ruido y saltó la alarma. Rápidamente nos levantamos y encendimos las luce. Yo corrí a cerrar con llave la habitación de mis dos hijos y, cuando salimos ya no había nadie", explica.

El matrimonio alertó de inmediato a la Policía. "En cinco minutos estaba aquí un vehículo de la secreta, lo que quiere decir que por lo menos están vigilando la zona", agradece. Los agentes no se encontraron ninguna cerradura forzada. "Nos dijeron que lo más seguro es que los asaltantes hubieran introducido una especie de telescopio para ver si había alguien dentro y eso fue, presuntamente, lo que hizo saltar el detector de movimiento", comenta Patricia Castaño.

El miedo entre los vecinos de ambas parroquias continúa patente. Desde la Policía Nacional aseguran que durante este fin de semana recibieron la llamada de uno de los vecinos de Candeán alertando de la presencia de una furgoneta gris que merodeaba por la zona.

Las patrullas vecinales ya han sido descartadas en ambas parroquias. "Contamos con el compromiso de las autoridades de que se incrementará la vigilancia", asegura Mercedes Collazo, presidenta de la Asociación de Vecinos de Candeán.