Tras el fiasco, unos meses para la reflexión y de nuevo a ponerse a trabajar. Ésta es la filosofía que esbozó ayer el teniente de alcalde de Vigo, Santiago Domínguez, tras la derrota de la candidatura de Vigo para la Universiada 2013. Así, las opciones para lograr la organización de 2015 comenzarán a trabajarse después del verano. El objetivo es claro: lograr un mayor apoyo internacional, ante las previsiones iniciales de que la elección de la sede por parte de la Federación Internacional del Deporte Universitario (FISU) se realice en junio de 2009.

Domínguez cree que es necesario que Vigo exporte al exterior su candidatura, de forma que logre apoyos suficientes y poder llegar a la elección final "con los votos más amarrados". El teniente de alcalde aseguró que Vigo centrará los esfuerzos en reforzar las instalaciones deportivas, sacando a concurso los proyectos de la Ciudad del Deporte y la remodelación de Balaídos.

Por su parte, el rector de la Universidade de Vigo, Alberto Gago, apuntó la necesidad de "mejorar el proyecto, pero sobre todo la estrategia". Así, aseguró que "habrá que estar muy atentos ante los movimientos de otras candidatas". Ciudades como Río de Janeiro, Quebec o Hamburgo podrían anunciar su candidatura, además de alguna española como Valencia.

El edil de Deportes, Xabier Alonso, destacó que la candidatura a la Universiada ha abierto las puertas para que Vigo sea sede de competiciones como el mundial de hockey o la posibilidad de que acoja campeonatos europeos de taekwondo y judo.

El alcalde Abel Caballero enfatizó que Vigo demostró en Bruselas que "puede optar a los más importantes proyectos mundiales", pero eludió referirse a la posibilidad de optar de nuevo a la organización de 2015.