"Estamos para valorar, para explicarles que es definitivo, que es ni hoy ni nunca", insiste la psicóloga Laura Pérez desde el COF de Vigo. Aún así "hay poca gente que saliendo de aquí, se echa para atrás; vienen con las ideas bastante claras", asegura.

Uno de los requisitos para autorizar una operación irreversible que impide nada menos que la paternidad o la maternidad es que la persona esté bien e informada. "Les digo que la vida da muchas vueltas y hay que tomar una decisión madura. Sobre todo, cuanto más joven es la persona y menos lleva con su pareja. Le explicamos que a lo mejor tiene luego otra". Aún así, son pocos los casos de jóvenes que se lo plantean, salvo excepciones, hasta pasados los 35 años. Y sí hubo algún caso en que la psicóloga lo desconsejara "por decisiones precipitadas o inmaduras". "Los métodos quirúrgicos son una parte pequeña, que se plantea sólo cuando ya tienes hijos. La tendencia es doble: hay personas que tienen hijos muy jóvenes y otros que los tienen muy mayores". En ese sentido y debido a la complejidad de la operación, las mujeres suelen aprovechar un parto para decir que es el último y pedir al médico que haga la ligadura en la misma operación.