Además de la farmacia que ocupa el bajo del inmueble, la otra parte habitada del edificio es la vivienda del cuarto piso. En ella reside Victoria Villar, quien ayer no dejaba de mirar hacia su casa desde la calle con un más que evidente gesto de preocupación en el rostro. "Ahora no paro de pensar que cualquier día se va a caer todo", afirma con una seriedad que no deja lugar a dudas del temor que siente. Sin dejar de dirigir la mirada hacia arriba, asevera que "tengo miedo de que todo se venga abajo y me pille a mí dentro. ¿Qué va a pasar entonces?".

Cuando se derrumbó el balcón del tercer piso, Victoria estaba en casa pero no notó ningún temblor en su vivienda. Relata que "oí un ruido enorme y cuando me asomé para ver lo que pasaba me encontré con el panorama". Con evidentes muestras de indignación, explica que "el edificio tiene muchos problemas" y recalca que "denuncié varias veces lo que estaba pasando, pero ya ves el caso que me han hecho hasta ahora".

"Falta de conservación"

Apunta que el inmueble cambió de dueños hace pocos años "y ni los anteriores propietarios ni los actuales cuidan o realizan trabajos de conservación en el edificio". Por eso, avisa de que "es normal que se caiga y cualquier día se vendrá todo abajo y no habrá tanta suerte como hoy, que se desprendió el balcón pero por una casualidad de esas que hay que agradecer mucho no cogió a nadie pasando por debajo".

Como ejemplo a su denuncia de falta de cuidados, critica que "ayer mismo se me cayó una parte del falso techo del cuarto de baño". Por ello, reclama a los propietarios del edificio que "den la cara" y que "hagan lo que tengan que hacer antes de que pase una verdadera desgracia que no tendrá solución".