Los problemas judiciales que arrastra la urbanización de Rosalía de Castro -en el tramo comprendido entre las calles Pontevedra y República Argentina- parecen no tener fin. La denominada "milla de oro" residencial de la ciudad no solamente vive pendiente de la aprobación del Plan Xeral para la regularización del proyecto de compensación y de las licencias de primera ocupación de centenares de pisos y bajos comerciales. Hay otro pleito con Renfe, por los pisos que les correspondieron al Concello y a la compañía ferroviaria en el año 1994, que mantiene bloqueado el plan del gobierno local para alquilar esas viviendas a familias con pocos recursos.

En el reparto de propiedades cuando se cerró la urbanización de Rosalía de Castro le correspondieron a los organismos públicos medio centenar de pisos, todos ellos en un edificio situado en la calle República Argentina. Diez de esas viviendas fueron para Renfe, ya que la compañía hubo de ceder una parte de los terrenos que ocupaba la vieja vía al puerto, que salía por el túnel bajo la calle García Barbón. La empresa estatal de trenes lentabló una negociación con el Concello para dederle esos diez pisos a cambio de que la Administración local le abonase su precio de mercado.

El acuerdo se plasmó, pero el ayuntamiento consideró que el precio que debía de pagar era el que estaba en vigor en el año en que se construyó la urbanización. Renfe, por su parte, no se mostró de acuerdo con esa valoración por lo que se inició un pleito en el que se planteaba o bien el pago de los intereses de demora desde mediados de la década de los noventa o bien la tasación de los diez inmuebles a precio de mercado actual.

Esta última cantidad equivaldría a unos cuatro millones de euros, teniendo en cuenta que el precio del metro cuadrado construido en esa zona está, ahora, en un mínimo de 4.000 euros, según los expertos, y que los pisos tienen una superficie media de 100 metros cuadrados.

La resolución del pleito, por esas diez viviendas, mantiene paralizado cualquier plan del Concello para utilizar los pisos. Además de la traba que supone hacerse con la propiedad de los otros cuarenta que le corresponden directamente por la urbanización, en tanto no se regularice con el nuevo Plan Xeral la totalidad de la actuación.

El actual equipo de gobierno había mostrado su intención de situar los pisos que le corresponden en en ese tramo de la calle Rosalía de Castro un plan de alquiler de las viviendas para familias jóvenes con escasos recursos.