Los cambios en la ordenanza municipal de ruidos que han supuesto la declaración de 33 calles de la ciudad como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) entrarán en vigor el día 29. Con su aplicación se prohibirá abrir en todas ellas nuevos locales de copas.

Las modificaciones también establecen otra norma para toda la ciudad. A partir de ahora los nuevos locales de ocio nocturno que se abran tendrán que guardar una distancia mínima de 100 metros lineales, o 50 radiales, respecto a otros ya existentes.

También se endurecen las medidas de insonorización acústica. Los pubs, discotecas y cualquier negocio con música tendrán que disponer de parqué flotante, paredes y techos aislantes y doble puerta de acceso con una cámara intermedia. Con ello se pretende evitar que el sonido salga al exterior.

Las nuevas obligaciones y restricciones fueron aprobadas por el pleno de la Corporación el mes pasado, después de que el procedimiento estuviese paralizado durante más de un año. Los cambios, sin embargo, no satisfacen a los afectados por el ruido, que los consideran insuficientes. También cuentan con la oposición de los hosteleros, que los creen excesivos e incluso anunciaron que recurrirían ante los tribunales la norma.