"No hay margen de maniobra". El alcalde descartó ayer cualquier posibilidad de salvar la vivienda de Sampaio con orden de derribo al afirmar que no hacerlo supondría un desacato. "El juez nos conmina advirtiéndonos de que recaeríamos en responsabilidad penal, y mientras yo sea alcalde cumpliremos la ley", resaltó. Caballero asegura que la fecha de la demolición no está decidida, pero será "en los próximos días". El PP anunció que le respaldará si decidiese no acatar el fallo. "Hay que respetar la justicia, pero existe un componente social y nosotros nos ponemos del lado de los vecinos", argumentó José Manuel figueroa.

El alcalde defendió que el Concello "llevó esta cuestión hasta el límite de sus posibilidades, pero la decisión del juez es clara, taxativa e irrevocable". No obstante, expresó su "voluntad de realojar" a la familia afectada para ayudarles. Sobre las afirmaciones de Figueroa manifestó: "Si quiere entrar en desacato es decisión suya, pero las sentencias de los jueces son intocables y no estoy dispuesto a incumplirlas".

El concejal popular lamentó que "hay 2.000 viviendas en Vigo con sentencias de demolición, pero la justicia es a veces muy fría y lo más fácil es atacar a una familia débil". Aseguró que, si el gobierno local incumple la orden judicial, el Partido Popular "no haría confrontación política de ello y le respaldaría en la decisión".

Concentración

Por su parte, los vecinos que se solidarizan con el matrimonio afectado han convocado para hoy a las doce de la mañana una concentración de protesta en la Praza do Rei, ante el Concello. Los manifestantes piden al alcalde que no ejecute la sentencia de demolición, y en caso de que no haya otra posibilidad, cite a la familia para garantizarles un realojo. "Hasta hoy sólo han sido promesas públicas, pero no lo ratifica y, por desgracia, desde el lunes pueden aparecer las máquinas en cualquier momento para derribar la casa", afirman los portavoces vecinales.