"La solución pasa por comprar un aparato nuevo". Así de convencido se muestra el Sergas tras el incidente con el aire acondicionado del Hospital Xeral que se prolongó desde la semana pasada hasta este miércoles. La avería del equipo de refrigeración del edificio causó especial incidencia en laboratorio, donde quedaron suspendidos temporalmente los análisis de sangre procedentes de los centros de salud. Peligraban las máquinas y también las muestras, expuestas a altas temperaturas (los termómetros del climatizador pueden llegar a los 30 grados). Así, la actividad en el laboratorio quedó restablecida el miércoles. Las analíticas fueron reprogramadas y otras áreas sanitarias también resultaron afectadas. Ayer, la situación quedó restablecida con el arreglo provisional realizado por el servicio técnico.

La renovación del aire acondicionado del Hospital Xeral tardará dos meses -tiempo de que llegue el equipo- pero es la única solución que han encontrado a las deficiencias que genera el equipo actual, que se ha quedado obsoleto. El mal funcionamiento fue patente en otras ocasiones, pero esta semana provocó una repercusión asistencial importante. Fuentes sanitarias aseguran que con las altas temperaturas corrían riesgo de estropearse las máquinas; además del malestar entre enfermos y personal sanitario.